El Ministerio de Hacienda afirma que el proyecto de reforma a la salud que avanza en el Congreso cuenta con aval fiscal, y que su implementación no depende de una nueva ley de financiamiento ni de nuevos impuestos.
De acuerdo con el análisis oficial remitido al Senado, la cartera de Hacienda determinó que el costo total del nuevo sistema —que arrancaría en 2026— podrá cubrirse con recursos ya existentes dentro del Presupuesto General de la Nación y del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
“En este sentido, y conforme a lo expuesto en este documento, el impacto fiscal estimado del proyecto de ley del asunto puede incorporarse de forma compatible con el Marco Fiscal de Mediano Plazo, manteniendo la sostenibilidad del Sistema General de Seguridad Social en Salud y de las finanzas públicas”, se lee.
Así se financiará la reforma
El Ministerio de Salud proyecta que los gastos del sistema —incluidos atención primaria, fortalecimiento hospitalario, licencias, incentivos y funcionamiento de la Adres— ascenderán a $109 billones en 2026, equivalentes al 5,88 % del PIB.
Hacienda detalló que la financiación provendrá de cuatro fuentes tradicionales y dos nuevas:
- Aportes de la Nación: $44 billones en 2026, que subirán progresivamente hasta cerca de $96 billones en 2036.
- Cotizaciones al sistema: $37 billones en 2026, provenientes de los aportes de trabajadores y empleadores.
- Sistema General de Participaciones (SGP): $20 billones, destinados a salud pública y transferencias territoriales.
- Otras fuentes: $8 billones provenientes de rentas cedidas, juegos de azar, multas y cajas de compensación.
A estos se suman dos fuentes adicionales ya existentes, que tendrán destinación específica al sistema de salud:
- Impuestos saludables: el 100 % del recaudo de los tributos a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados se destinará al sector salud desde 2026. Se espera recaudar unos $2,9 billones en el primer año.
- IVA social: el 0,5 % del IVA nacional continuará destinado a la salud, lo que representa alrededor de $2 billones anuales.
En conjunto, las fuentes proyectadas aportarían más de $109 billones en 2026, cifra que crece a medida que aumenta el PIB, lo que dejaría incluso un ligero superávit fiscal.

¿Sin reforma tributaria?
El Ministerio de Hacienda señaló que estos ingresos no implican la creación de tributos nuevos ni la aprobación de una ley de financiamiento.
Los impuestos saludables y el IVA social ya están incorporados en el presupuesto vigente, y solo se redistribuirán para fortalecer la sostenibilidad del sistema.
El ministerio aclara que las proyecciones de ingresos y gastos podrían ajustarse en función de la reglamentación del Acto Legislativo 03 de 2024, de los cambios que surjan durante el trámite legislativo o de eventuales modificaciones al Presupuesto General de la Nación.
En todo caso, el análisis confirma que el impacto fiscal de la reforma puede incorporarse dentro del Marco Fiscal de Mediano Plazo, y por eso Hacienda emite concepto favorable, señalando que las obligaciones del sector salud se cubrirán con los recursos ya asignados y según las prioridades que defina el Ministerio de Salud.

¿Se reactiva el debate?
Con el aval fiscal emitido por el Ministerio de Hacienda, varios senadores han insistido en reactivar el debate de la reforma a la salud. Sin embargo, el presidente de la Comisión Séptima, Miguel Ángel Pinto, aseguró que el trámite sigue detenido y cuestionó la solidez del concepto económico presentado por el Gobierno.
“Con esta decisión estamos cumpliendo la ley”, afirmó Pinto, pero aclaró que el proyecto “no tiene un aval fiscal real” y que aún no se conoce cuál será la suerte de la reforma tributaria o ley de financiamiento.
El senador lanzó fuertes críticas al Ejecutivo: “Por favor, lea lo que dice el Ministerio de Hacienda: que los recursos de la reforma a la salud están sujetos a la aprobación de una ley de financiamiento. ¿Esto para usted es un aval fiscal? No culpe al Congreso, culpe al Gobierno, que es inepto”, dijo.
Petro responde con “plan B”
Ante la falta de avances, el presidente Gustavo Petro reaccionó y advirtió que el Ejecutivo activará un plan B para implementar los cambios en el sistema de salud.
“Dado que la Comisión Séptima se niega a cumplir su deber, el Gobierno implementará su plan B para disminuir las intermediaciones financieras insanas del sistema de salud colombiano”, señaló el mandatario.
La senadora Nadia Blel respondió con dureza a las declaraciones de Petro: “Se acabó este gobierno y el presidente nunca comprendió que el Congreso ejerce sus funciones con plena autonomía e independencia, sin subordinarse a los caprichos del Ejecutivo”, afirmó.
La congresista agregó que “confío plenamente en que cualquier arbitrariedad que tenga planeada será frenada por una rama judicial autónoma e independiente. Ya no vale la pena seguirle insistiendo que respete la Constitución y la separación de poderes; nuestra única esperanza es un nuevo gobierno que honre la democracia y la independencia de las ramas del poder público”.




