Opinión | El Valle del Cauca: crecer en todos los lugares y en todas sus formas

Desde la Cámara de Comercio de Cali se está consolidando una estrategia viva para acompañar esa expansión.

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Por: María del Mar Palau, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Cali

El Valle del Cauca es una región que inspira. Aquí conviven la fuerza del Pacífico, el carácter emprendedor de nuestra gente y un potencial económico que no se agota: se expande.

Desde la Cámara de Comercio de Cali, estamos consolidando una estrategia viva para acompañar esa expansión. Una estrategia que no se impone, sino que se construye escuchando; que no nace en un escritorio, sino en la voz de quienes todos los días producen, innovan, arriesgan y crean valor: nuestros empresarios, nuestros protagonistas del progreso.

Una estrategia revelada desde la escucha

Este nuevo rumbo institucional no parte de la planificación rígida, sino de la convicción de que la estrategia es un proceso que aprende, evoluciona y se transforma. La llamamos emergente porque nace del diálogo real con el territorio. Nos invita a escoger y también a renunciar, para concentrarnos donde podemos generar mayor impacto.

No se trata solo de planear, sino de decidir con inteligencia: dónde jugar, por qué jugar y con qué ventajas competir. Una buena estrategia exige claridad, foco y coraje.

Y este Valle tiene ese coraje. Somos posibilistas. Somos una región que piensa en grande, que juega a ganar, que se sabe capaz. Una región talentosa, diversa y profundamente comprometida con este territorio que amamos.

Crecer en todos los lugares y en todas sus formas

Nuestro principio rector es simple y poderoso: que nadie quede fuera del progreso. El desarrollo no debe ser un privilegio; debe ser una posibilidad expansiva, compartida y real. Crecer es densificar tejido empresarial por metro cuadrado, fortalecer capacidades humanas, abrir mercados y acercar el mundo. Crecer es generar movilidad social. Crecer es creer en nosotros.

Ese crecimiento lo impulsamos desde tres motores interdependientes:

1. Capital Social

Creemos en la formación para la autonomía. El desarrollo humano es el primer escalón del desarrollo económico. Más habilidades, más empleos, más talento, más movilidad social. Nuestra agenda está orientada a jóvenes y personas en edad laboral, ampliando oportunidades reales de crecimiento personal y profesional. El desarrollo de habilidades es el puente hacia una región más competitiva y equitativa.

En el Encuentro Anual de Afiliados de la CCC se realizó el reconocimiento “Orgullo de la Región”, un galardón que resalta las empresas que crean habilidades para ser autónomos y promueven una mentalidad positiva en su equipo. Este premio se le entregó a Artesanías la Caleñita S.A.S, por su labor de empoderamiento de mujeres y comunidades indígenas, y por llevar la tradición artesanal del Valle a todos los rincones del mundo.

2. Empresas Esenciales

El corazón productivo del Valle. Son quienes fallan, aprenden, vuelven a intentar y abren camino para que otros también crezcan. Más de 97.000 empresas que generan el 70 % del empleo formal. Nuestro reto es acompañarlas, fortalecerlas y ayudarlas a ser más productivas, más conectadas con oportunidades reales de expansión y productividad.

Este año, Supertiendas Cañaveral S.A.S. fue reconocida por su capacidad de transformar el territorio, generar empleo y facilitar el acceso a productos esenciales para miles de familias. También se rindió homenaje a empresas emblemáticas como Fábrica de Calzado Rómulo S.A.S., por su trayectoria y aporte a la innovación y el desarrollo social.

3. Conexión Global

Cerca de 2.000 empresas ya están conquistando el mundo. Nuestro compromiso es hacer ese mundo más accesible, reducir fricciones, abrir puertas, multiplicar rutas. El Valle puede competir y ganar a escala global.

Clarios Andina S.A.S., líder mundial en soluciones avanzadas de baterías de bajo voltaje, recibió el galardón por su modelo de economía circular responsable y sostenible, conectando el Valle con las tendencias globales.

Una nueva narrativa para el empresariado vallecaucano

Los protagonistas del progreso son el centro de esta transformación. Hoy construimos un relato que reconoce su grandeza. Ya no hablamos de “micro” o “pequeño” como sinónimo de límite: hablamos de protagonismo. Hablamos de propósito. Hablamos de impacto.

El empresario del Valle no solo produce, transforma y genera empleo, teje comunidad y abre caminos. Por eso afirmo con convicción: el Valle del Cauca está en su mejor momento para crecer exponencialmente.

Y sabemos que ninguna estrategia prospera sin confianza. Por eso nuestro trabajo también es construir puentes, articular voluntades, generar acuerdos y proteger la legitimidad institucional. La confianza empresarial no es una cifra: es el activo que define nuestra capacidad de avanzar juntos. Y juntos—empresa, Estado y sociedad—podemos lograr lo que parecía imposible: un Valle próspero, justo, internacional, imparable.

Una región que juega a ganar

El futuro ya empezó. Lo sentimos en cada empresa que apuesta por innovar, en cada joven que quiere aprender, en cada familia que emprende, en cada distrito que se activa.

Hay una fuerza viva creciendo aquí, un rumor de grandeza, una voluntad colectiva que empieza a tomarse en serio la idea de que sí podemos.

Porque este Pacífico no solo tiene historia, tiene destino y lo estamos construyendo—empresa por empresa, persona por persona, decisión por decisión—para crecer en todos los lugares y en todas sus formas.

Por eso hoy quiero invitarlos a algo: a llevar la contraria. A creer cuando otros dudan, a construir cuando otros frenan, a ver oportunidades donde otros solo ven límites. Porque hoy somos un mundo de posibilidades y este es el momento de que el Valle del Cauca se muestre ante el mundo.

El futuro extraordinario no está por venir: ya lo estamos construyendo juntos.