A medida que la compañía WeWork continúa luchando por llegar al Nasdaq, uno de los principales indicadores de la Bolsa de Valores de Nueva York, sus problemas de salida a bolsa también coinciden con la renuncia de sus altos directivos.
La compañía confirmó la salida de su jefa de asociaciones inmobiliarias, Sarah Pontius.
El objetivo mínimo de WeWork para su salida a bolsa fue de US$3.000 millones y la dificultad fue encontrar inversionistas que estuvieran dispuestos a dar esa cifra.
Según informes, el SoftBank de Japón estuvo preparado para comprar acciones de WeWork por un valor de hasta US1.000 millones, pero incluso con esta oferta de asistencia, la compañía aún no habría alcanzado su objetivo.
Además del déficit de financiación, puede haber problemas con el gobierno corporativo. Algunos posibles inversores podrían sentir que Adam Neumann, cofundador y CEO de WeWork, tiene demasiada influencia dentro de la empresa.
(Con información de marketrealist y oberver.com)
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