En su comentario económico del día, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) dice que el Indicador Bancario de Referencia (IBR) debe consolidarse como guía de los mercados crediticios y de capitales hacia mediano plazo.
“El IBR tiene la ventaja de ser un mejor indicador del costo del fondeo en el mercado monetario, ya que los bancos ofrecen y toman dinero a las tasas de interés que se forman en el mercado”, dice Anif.
Agrega que en lo referente a la cartera bancaria indexada al IBR, esta ha venido creciendo a tasas promedio del 48 % anual entre 2015-2018. Sin embargo, la participación de la deuda indexada al IBR en el total de la cartera (sin titularizaciones) tan solo alcanza el 12 %.
En el frente de deuda corporativa, las colocaciones indexadas al IBR llegaron a un tope del 27 % en 2011. Sin embargo, estas han mostrado alta volatilidad: 2 % en 2012; 17 %-20 % entre 2013-2014; y 5 % entre 2015-2017. Solo en 2018 se ha vuelto a ver un repunte por bonos indexados al IBR, llegando a un 15 %.
“Claramente el balance en cuanto al stock no ha sido favorable para el IBR, pues su participación ha descendido del 5% en 2010 a solo un 2 % en 2018. Así, la preferencia por indexación en el mercado de capitales se ha inclinado a favor del IPC, elevándose del 54 % al 71 % durante la última década”, dijo Anif.
El gremio finalizó afirmando que para acelerar el tránsito hacia el IBR se requiere tomar conciencia de que los diferenciales frente a la repo son más predecibles y rápidos, lo cual permite una mejor transmisión de la postura monetaria; continuar extendiendo su curva, lo cual contribuiría al desarrollo de referentes de valoración y penetración del mercado de derivados; y preservar elevados estándares de transparencia y credibilidad, amparados en su Comité Rector, esto con el fin de evitar posibles manipulaciones.
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