Así enfrenta EPM contingencia en Hidroituango

- Publicidad - Aunque Empresas Públicas de Medellín (EPM) ya ha destapado túneles auxiliares, tras la contingencia del proyecto hidroeléctrico Ituango, la labor «ha sido más compleja de lo que inicalmente preveíamos», indicó su gerente, Jorge Londoño de la Cuesta en una rueda de prensa en Medellín.  El 28 de abril, un derrumbe en la […]

Aunque Empresas Públicas de Medellín (EPM) ya ha destapado túneles auxiliares, tras la contingencia del proyecto hidroeléctrico Ituango, la labor «ha sido más compleja de lo que inicalmente preveíamos», indicó su gerente, Jorge Londoño de la Cuesta en una rueda de prensa en Medellín. 

El 28 de abril, un derrumbe en la construcción ocasionó el cierre total del túnel de desviación del caudal del río Cauca.

De los dos túneles principales para el desembalse del río, uno de ellos ha presentado continuamente situaciones de inundación, y el otro ya tenía un tapón de concreto macizo de 22 metros de ancho. 

«La destrucción de ese tapón viene avanzando, ya van 7 metros», señaló el directivo.

Explicó que las continuas lluvias disminuyeron la rata de productividad alcanzada durante los primeros días de la contingencia. Se pasó de una rata de 43 mil metros cubicos por día a 25 mil metros cúbicos de tierra por día.

Es decir, la colocación de la presa se rebajó hasta un 60 %.

El embalse ha alcanzado una cota de 350 metros sobre el nivel del mar, de una meta de 420 metros. 

Dado el nivel que actualmente alcanza la cota del embalse, en las próximas horas se comenzará a verter agua por la casa de máquinas de la futura central de generación de energía. Así, el agua se encauzará de nuevo al río Cauca; «retornará a su caudal para esta época de invierno». 

«La decisión que ha tomado EPM es dejar abiertas las compuertas de captación para que el agua fluya a través de esos cuatro túneles, permitiendo que por esas conducciones fluyan unos 2.000 metros cúbicos de agua por segundo», puntualizó.

Agregó que de acuerdo con la evolución del comportamiento del embalse, el agua alcanzaría la entrada de las bocas de los túneles después de la hora de almuerzo. 

La casa de máquinas va a estarse llenando de agua y después de la tercera hora empezaría a fluir río abajo, hacia el final de la tarde.

Tal como EPM lo había proyectado, la primera unidad del proyecto no entrará en ejecución el 30 de noviembre, fecha estimada, y en la actualidad se evalúa el tiempo estimado de su futura entrada en operación.

Por otro lado, mencionó que la puja por Gas natural tenía que empezar a darse en los próximos días, «si no logramos controlar la contingencia en esos días no podremos entrar a esa puja».

Sobre las responsabilidades, comentó que es muy temprano para adjudicarlas y que hay que hacer un análisis detallado con información disponible para ver el origen.

Hasta el momento, es una contingencia geológica imprevisible. 

El gerente de EPM se abstuvo de responder quiénes son las firmas aseguradoras, «para no generar expectativas en ese sentido».

Dijo que una sanción dependerá de cuánto tiempo llegara a retrasarse el proyecto: «Si llegamos a poner en operación alguna de las nuestras unidades en 2019, no habría problema», afirmó.

Finalmente informó que los derrumbes se presentan sobre todo en el área del embalse.

¿Cómo funciona la casa de máquinas?

Explicó el gerente de EPM que hay que llevar el agua a un nivel de altura en los embalses y luego conducirla por unas tuberías o túneles de captación amplios que van en caída libre hacia la casa de máquinas. El agua entra con tanta potencia que mueve ruedas pegadas a generadores de energía.

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