El empresario estadounidense John Textor ha iniciado un proceso para adquirir el club de fútbol inglés Sheffield Wednesday, que actualmente atraviesa una crisis financiera. Tras vender su participación en el Crystal Palace, Textor ha intensificado sus gestiones al asociarse con el banquero de inversión Keith Harris, quien ha asesorado en compras de clubes como el Manchester City y el Aston Villa.
El actual propietario del Sheffield Wednesday, Dejphon Chansiri, ha rechazado ofertas previas de hasta 40 millones de libras de otro consorcio estadounidense. Según informes, Chansiri valora al club de la Championship en 100 millones de libras, una cifra que establece el punto de partida para las negociaciones.
El interés de Textor se produce en un momento de gran incertidumbre para ‘Los Búhos’, que han enfrentado múltiples retrasos en los pagos de salarios, lo que llevó a la English Football League (EFL) a tomar medidas disciplinarias y a imponer una restricción de fichajes.
La EFL ha instado a Chansiri a financiar al club o a vender a una parte que cumpla con sus obligaciones para poner fin a la inestabilidad. Textor ha expresado su interés en ayudar a un «club tradicional» y a una «comunidad en problemas”, manifestando su intención de trabajar rápidamente para resolver la situación.
¿Le conviene al Sheffield Wednesday la ayuda de Textor?
La posible adquisición del Sheffield Wednesday por parte de John Textor se enmarca en una tendencia de multipropiedad. Textor es el fundador de Eagle Football Group, un holding que posee otros tres equipos en Europa y Sudamérica: el Olympique Lyonnais en Francia, el Botafogo en Brasil y el RWD Molenbeek en Bélgica. Este modelo, popularizado por grupos como City Football Group (Manchester City, New York City FC) y Red Bull (RB Leipzig, Red Bull Salzburg), busca sinergias en la gestión, los fichajes y el desarrollo de talento.
Y es que la gestión multipropiedad de Textor no ha estado exenta de desafíos: su propiedad del Olympique Lyon ha enfrentado problemas financieros, con el club llegando a ser descendido provisionalmente a la Ligue 2 por las autoridades financieras francesas antes de ser reincorporado a la Ligue 1.
Para el Sheffield Wednesday, un club con problemas de liquidez y bajo la supervisión de la EFL, la entrada de un inversor con un modelo similar podría significar tanto una solución a largo plazo como una nueva capa de desafíos administrativos si la capitalización y la estructura no son las adecuadas. La situación del club, que ha evitado el embargo en múltiples ocasiones, requiere una inyección de capital que garantice la estabilidad financiera para poder competir sin las restricciones actuales.
El caso de Botafogo: Otro equipo en profunda crisis financiera
El caso del Sheffield Wednesday guarda similitudes situaciones vividas en el fútbol sudamericano, específicamente en Brasil, donde el modelo de la Sociedade Anônima do Futebol (SAF) ha permitido a inversores extranjeros adquirir clubes con serias deudas.
El propio John Textor compró a Botafogo en 2022, un equipo con una historia de crisis financiera y que en ese momento estaba en la segunda división brasilera. El objetivo de la inversión de Textor en Botafogo fue sanear las finanzas, estabilizar al club y devolverlo a la élite del fútbol brasileño. Bajo su gestión, el equipo logró el ascenso a la Serie A y fue campeón de la Copa Libertadores en 2024.
La experiencia de Botafogo bajo el mando de Textor sirve como un punto de comparación real para lo que podría suceder en Sheffield Wednesday. En Brasil, la llegada de capital extranjero ha sido vista por muchos como la única vía para que clubes endeudados puedan sobrevivir. Sin embargo, también genera preguntas sobre la identidad y la gestión a largo plazo.
Textor, al expresar su interés en un club «tradicional», reconoce el valor de la historia y la comunidad. El desafío es cómo equilibrar la inyección de capital y las metodologías de un modelo multipropiedad con las expectativas de una afición que ha pasado años de incertidumbre, buscando un rescate que no comprometa los valores históricos del equipo.
La oferta de 100 millones de libras por un club que milita en la segunda división inglesa es una muestra del potencial que Textor y su socio Keith Harris ven en la marca Sheffield Wednesday.
Mientras tanto, en Sudamérica, el Botafogo enfrenta una tormenta financiera que pone en duda la estabilidad del modelo de Textor. Pese a ser el actual campeón y estar en los octavos de final de la Copa Libertadores, el club carioca afronta un futuro incierto en los tribunales:
Un juez de Río de Janeiro ordenó el 31 de julio el congelamiento de las acciones mayoritarias de Eagle Football en el club. Esta medida se tomó a raíz de una deuda de US$27,2 millones que el holding de Textor contrajo con el propio Botafogo para cubrir pérdidas operativas del Olympique Lyon, también propiedad de su grupo.
La situación, que el fallo califica de «riesgo manifiesto» de que la deuda no sea saldada, expone la fragilidad de un modelo de negocio que interconecta las finanzas de varios clubes.
La crisis llega en un momento crucial, justo cuando Textor busca convencer a Dejphon Chansiri de que es el inversor adecuado para el Sheffield Wednesday. El caos financiero en el seno del Eagle Football Holdings, con ramificaciones legales en Brasil, plantea preguntas sobre la capacidad de Textor para inyectar los 100 millones de libras que el club inglés necesita y expone los riesgos inherentes a su propuesta de adquisición.