La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, se pronunció este miércoles sobre el acuerdo al que se llegó en la COP28 sobre la transición energética y el reemplazo y/o abandono de los combustibles fósiles por parte de los países. ¿Qué dijo?
Para la representante de la cartera, en un hecho histórico, luego de varias mesas de negociación, donde Colombia participo insistiendo en la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles, por primera vez, en un texto final de una COP, se invita a las naciones a realizar una transición desde estos combustibles.
En la redacción, se acordó invitar a las cerca de 200 naciones a estudiar, en la próxima actualización de sus NDC (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional), la inclusión de metas que involucren una transición desde los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de los países, buscando cumplir con la carbono neutralidad para 2050.
“El texto final, muestra la necesidad de darle una salida real a los países que se están comprometiendo a transitar aparte de los combustibles fósiles. No es una salida fácil, porque no es una transición energética, sino económica que debe llevar a los países productores y consumidores a unirse en un Tratado de No Proliferación” manifestó Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, aunque el texto del acuerdo de la COP busca el reemplazo de los combustibles fósiles en pro del cambio climático, sí los incluyó en la hoja de ruta para lograr esa transición, así como a los que son basados en tecnologías de captura y almacenamiento de CO2, aspecto que no le agradó del todo a la ministra Muhamad.
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«Eso puede hacer que el capital que se necesita para la transición ecológica se desvíe hacia esos combustibles», aseguró a medios de comunicación la jefe de la cartera de Ambiente.
A su vez, junto a los países insulares, Colombia insistió en que las naciones deben unirse en torno a un Tratado de No Proliferación de Combustibles, que permita tener las reglas claras de la transición energética y económica en las naciones, e insistió en la necesidad de revisar el modelo económico mundial, como se reiteró en varias intervenciones durante la Conferencia de las Partes.
“Hoy son desventajosas y mantienen una desigualdad estructural entre países desarrollados y en desarrollo», manifestó.
También la funcionaria destacó, según información de EFE, que «para poder asegurar que estas metas que hay hoy de verdad lleguen al 1,5, hay que generar un cambio más estructural que no hemos hecho realmente en esta COP. Ni siquiera hemos enviado la señal política contundente y suficiente».
La ministra Muhamad también expuso que en el acuerdo hizo falta contundencia lo que permite que se gesten riesgos tales como que «el capital fósil termine conquistando los espacios de la descarbonización bajo el lema de los combustibles de la transición, que siguen siendo combustibles fósiles y que no van hacia la transformación que necesitamos en el tiempo que necesitamos».
¿Qué otras acciones desarrolló Colombia en el marco de la COP28?
Durante su intervención en la plenaria de cierre, la ministra Susana Muhamad señaló la importancia que ha tenido la ciencia en la discusión política de la COP.
Las decisiones tomadas en el texto final adoptan los llamados de estudios, que demuestran la relación directa entre el consumo de combustibles fósiles y los altos niveles de contaminación en el mundo.
Desde la COP27, Colombia conformó el grupo de 24 países, representando a Latinoamérica, que estructuró la operación de este Fondo, que finalmente fue aprobado en el primer día de la COP28.
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Muhamad expuso que estos recursos se deberán escalar rápidamente para hacer frente a los 30 años de espera de los países en desarrollo, que ven en esta decisión una oportunidad para asegurar acceso a recursos que atiendan las necesidades de las poblaciones más vulnerables frente al cambio climático.
Según la ministra, las pérdidas y daños causadas por la crisis climática están costando miles de millones de dólares al año.
Portafolio de Inversión para la acción climática
Con cinco componentes estratégicos y 14 programas de inversión, Colombia presentó en la COP28, el Portafolio de Inversión para la Acción Climática por US$34 billones.
Esto como una apuesta de país para alcanzar las metas climáticas de adaptación y mitigación y generar un polo de reindustrialización y fortalecimiento de las economías populares, vinculando a los pueblos indígenas y comunidades locales en programas de fomento de turismo, agricultura sostenible y generación de energía renovable.
También, los gobiernos de Colombia, Kenia y Francia lanzaron en la COP28 la revisión global de expertos para la deuda, la naturaleza y clima, como el primer paso a la propuesta de reforma del sistema financiero mundial, liderada por los presidentes Petro, Ruto y Macron.
Esta revisión, evaluará cómo la deuda soberana afecta la capacidad de los países en desarrollo para conservar la naturaleza, adaptarse al cambio climático, descarbonizar sus economías, y cómo puede llegar a ser más sostenible, tanto fiscal como medioambientalmente.
Entre tanto, el liderazgo de Colombia por la no proliferación de combustibles fósiles fue reconocido por los más de 190 países que participaron en la COP28.
El presidente, Gustavo Petro, en evento oficial con los gobiernos de Vanuatu y Tuvalu, anunció al mundo el apoyo oficial de Colombia al llamado hacia un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, convirtiéndose así, en el primer país latinoamericano que lidera esta propuesta, con la cual busca incidir en las negociaciones de la COP28 y avanzar en la cooperación internacional para salir de la dependencia de los fósiles.
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Esta iniciativa está sustentada en tres pilares fundamentales: promover la prohibición de todo nuevo proyecto de extracción, una salida progresiva de los proyectos en producción de combustibles y una transición mundial justa para países, trabajadores y comunidades.
Respaldo internacional al Plan de Contención de la Deforestación colombiana
La COP28 también fue el escenario para una nueva inyección de recursos en pro de salvar la selva amazónica del flagelo de la deforestación.
En reconocimiento a los logros que ya deja el Plan de Contención de la Deforestación, que lidera el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Reino Unido, Noruega y Alemania, entregaron recursos de cooperación por cerca de $34 millones de dólares.
Según el Gobierno Nacional, estos recursos internacionales permitirán seguir avanzando en el desarrollo del Plan de Contención, que ha permitido la disminución de la deforestación en 29,1 % en 2022, así como fortalecer los lazos con las comunidades en los territorios y los pueblos indígenas.
Y, desde Dubái, el Gobierno de Colombia declaró el Parque Nacional número 61 para Colombia: Serranía de Manacacías.
Esta nueva área protegida se encuentra en el municipio de San Martín de los Llanos, en el corazón del departamento del Meta (Orinoquía colombiana) y cuenta con una extensión de 68.030,6 hectáreas. Con esta nueva declaratoria, Colombia llega a más de 1,2 millones de hectáreas protegidas en el país.
