Un Ebitda (utilidades antes de impuestos e intereses) proyecta Cementos Argos para 2018 entre $1,55 billones y $1,65 billones, dentro del cual se incluyen desinversiones.
Así mismo, su presupuesto de Inversión (Capex) –que incluye compromisos de la expansión pospuesta de Sogamoso que no fueron desembolsados en 2017- se estima en US$150-160 millones. Allí se incluyen operaciones de mantenimiento.
Para el mercado de EE. UU. estima que el Ebitda en 2018 sea de US$240-250 millones que tendrá un foco en la desinversión de activos no estratégicos con potencial generación adicional de Ebitda.
La empresa, filial del Grupo Argos, dijo que continúa la recuperación del mercado impulsada por el sector residencial e infraestructura en 2018.
En Colombia, la empresa estima un decrecimiento de un dígito medio bajo para el mercado de cemento en 2018.
Además, para ese mercado Argos destaca que en el segmento de comercialización de sacos de cemento ya se muestra un cambio de tendencia impulsado por la confianza del consumidor y en la recuperación de la dinámica económica.
Por el lado de la construcción pesada, señaló que hay crecimiento de los despachos basado en la materialización y avances en los proyectos de infraestructura.
A propósito, reveló que participa en 11 de los proyectos de 4G con alrededor del 60% de participación de las unidades funcionales.
A pesar de ello, la compañía dijo que el sector residencial sigue resentido en Colombia aunque hay señales de recuperación en la vivienda de interés social apalancada en programas estatales como subsidios, Semillero de Propietarios y Mi Casa Ya.
De esta manera, se espera que la infraestructura compense el desempeño del sector residencial.
Caribe y Centro América
Para los mercados de Caribe y Centro América, Cementos Argos proyecta que el crecimiento sea estable en los volúmenes de cemento y tiene una buena perspectiva para la operación en Panamá.
Sobre sus cifras de deuda, Cementos Argos dijo que el apalancamiento reciente refleja la adquisición de Martinsburg y que está ejecutando un plan de desinversión para alcanzar un nivel de apalancamiento alrededor de 3.7 veces para fin de 2018.