El Banco Popular de China (PBOC) rebaja punto y medio la banda comercial de su moneda a 6,9225 dólares, su nivel más débil desde diciembre de 2018, lo que implica que la depreciación del yuan en los mercados. La divisa china se desploma un 1,37% frente al dólar. Además, Pekín ha ordenado a las compañías chinas dejen de comprar productos agrícolas a EE. UU., tal como prometieron a Trump en la última cumbre del G20.
Las tasas de cambio del yuan chino frente al dólar rompieron este lunes la barrera psicológica del 7 a 1 tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de que impondrá nuevos aranceles a productos importados de China.
Según el portal de noticias financieras Yicai, cada dólar se intercambiaba por 7,0258 yuanes según la tasa ‘onshore’ -la operada en mercados locales- pasadas las 10.00 hora local tras haber subido un 1,23 % en las operaciones de la mañana, lo que supone la cuota más alta desde abril de 2008.
Que la tasa ‘onshore’ crezca es una señal de que el renminbi (nombre oficial de la moneda) se está debilitando, ya que para los poseedores de yuanes es más caro comprar dólares.
Por su parte, la tasa ‘offshore’ -la operada en mercados internacionales como Hong Kong- subió un 1,38 % y se situaba en 7,0683 yuanes por dólar.
Se trató de la primera ocasión en la que el yuan subió por encima del 7 frente al dólar, considerado por muchos analistas una barrera psicológica para los inversores, desde que el mercado ‘offshore’ fue inaugurado en Hong Kong en 2010.
Un portavoz del Banco Popular de China (BPC, central) aseguró en la página web del organismo que la depreciación del yuan viene dada por «las medidas unilaterales y el proteccionismo comercial», así como por «la imposición de subidas arancelarias contra China», en clara referencia al último giro de la guerra comercial que Pekín y Washington mantienen desde marzo de 2018.
El pasado jueves, Trump aseguró que impondrá aranceles del 10 % a productos chinos valorados en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre, a lo que el Ministerio de Comercio chino respondió anunciando «represalias», sin especificar en qué consistirían.
Una de las principales quejas del Gobierno estadounidense en el marco del conflicto comercial es la denuncia de que Pekín supuestamente manipula su divisa para evitar que se aprecie en demasía y que, por tanto, sus exportaciones pierdan competitividad.
Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad.
Sin embargo, el BPC aseguró hoy que las fluctuaciones del yuan se ajustan al mercado, pero que la divisa nacional «sigue siendo estable y fuerte», al tiempo que garantizó que tiene «experiencia, confianza y habilidad» para mantener la estabilidad dentro de un «nivel apropiado» -aunque no indicó cuál es ese nivel- en los tipos de cambio.
Asimismo, el banco central anunció «mano dura» contra la especulación a corto plazo.
(Con información de El Economista)
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