Por: María del Mar Vélez, gerente de finanzas de la transición del Banco de Bogotá.
Con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- se trazó una ruta para impulsar el progreso mundial que abarca las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental. Es así como, los 193 países que firmaron este pacto, en el 2015, se comprometieron a trabajar en pro de erradicar la pobreza, luchar contra la desigualdad y mitigar el impacto del cambio climático.
Para avanzar en el cumplimiento de los ODS, Naciones Unidas declaró la importancia de las empresas no solamente como actores que generan riqueza, sino también desarrollo a nivel mundial. Bajo esta premisa, las organizaciones deben empezar a transformarse e implementar en sus procesos prácticas sostenibles.
La sostenibilidad en empresas debe ser transversal en todas las áreas de una organización. En un primer momento, es necesario, entender cuáles son los grupos de interés o stakeholders de la compañía y sus dinámicas (colaboradores, clientes, inversionistas, proveedores, aliados estratégicos, Gobierno, universidades, ONG´s, sindicatos…), cómo perciben la empresa y analizar qué iniciativas deben desarrollarse para que las relaciones con estos sean sólidas y transparentes; identificar qué impactos está generando en la sociedad y el medio ambiente, y evaluar los procesos internos y externos para conocer en qué puntos es fuerte y en cuáles necesita fortalecerse en materia de sostenibilidad la empresa; y alinear los objetivos estratégicos con los ODS, priorizando los que se relacionan directamente con la gestión desarrollada.
Con base en esta exploración y con el análisis pertinente, el paso a seguir es constituir un plan de acción que sea realista y que permita a las compañías ser más sostenibles, teniendo en cuenta las dinámicas del sector y la empresa, priorizando así las dimensiones económica, social y ambiental, que se mencionaron en un inicio. El plan de acción debe contemplar objetivos a corto, mediano y largo plazo; lo que facilitará la medición de los resultados.
Ahora bien, para acompañar a las empresas que aún no han dado el paso para ser más sostenibles, desde el Banco de Bogotá contamos con un ecosistema, que abarca los frentes social y ambiental, dedicado a orientar la creación de proyectos sostenibles, promover alianzas estratégicas con expertos en diferentes temas como energía solar, generar conocimiento en temas de interés (al equipo interno y clientes), y brindar servicios y productos financieros adaptados a las dinámicas de cada organización.
En el frente social, buscamos fomentar el tejido empresarial del país y la generación de empleo; promover el bienestar financiero de nuestros clientes, a través de la inclusión y educación financiera y la promoción de soluciones digitales; y fortalecer nuestra cultura priorizando la diversidad, la equidad y la inclusión.
Por su parte, en el frente ambiental, buscamos apoyar la reducción y mitigación del cambio climático, a través de cuatro pilares: la movilización de recursos a través de un portafolio de productos sostenibles; la gestión del riesgo de cambio climático mediante el Sistema de Administración de Riesgo Ambientales y sociales SARAS; la gestión ambiental para lograr la Carbono Neutralidad y nuestra estrategia Net Zero con la que acompañamos a nuestros clientes en sus rutas de descarbonización.
Para implementar la sostenibilidad en empresas es importante tener en cuenta que el tamaño de las compañías no es un factor limitante, desde las empresas más pequeñas pueden trabajar los tres ejes (social, ambiental y económico) desde las condiciones mínimas justas para ser mucho más sostenible en el tiempo. Por ejemplo, un punto de partida puede ser tener empleados con condiciones laborales justas.
Por esto, la sostenibilidad debe ser un tema 360 en todas las organizaciones y para que este proceso se lleve a cabo de forma genuina al interior de las organizaciones, es importante mostrar que no es un tema impuesto, sino que corresponde al marco de la estrategia corporativa. Un factor clave es ser transparente con los colaboradores, que todos conozcan los objetivos trazados, el por qué la empresa está trabajando por ellos y fortalecer la premisa de que con las acciones que cada uno ejecuta se está impactando positivamente la sociedad.
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