Muchos conductores en Colombia, ya sea por gusto o necesidad, realizan modificaciones a sus vehículos. Para ello, acuden a distintos talleres donde se les ofrecen piezas a precios considerablemente más bajos. Sin embargo, muchos desconocen que en algunos de estos lugares se comercializan partes de automotores que han sido previamente hurtadas.
Ante esta situación, la Secretaría de Seguridad de Bogotá hizo un llamado de atención sobre las consecuencias de adquirir o instalar repuestos de origen ilegal. Según la entidad, esta práctica representa un riesgo tanto para la seguridad del conductor como para la de los demás, pues las piezas de contrabando no cumplen con los estándares de calidad exigidos y pueden fallar en cualquier momento, provocando accidentes o daños mecánicos graves.
Además, instalar repuestos no certificados puede afectar directamente la garantía del vehículo. Los fabricantes y concesionarios suelen advertir que cualquier modificación con piezas no originales anula la validez de dicha garantía, lo que significa que el propietario deberá asumir por su cuenta los costos de reparación derivados de un eventual daño.
El Distrito también enfatizó que la compra de repuestos ilegales “alimenta la cadena criminal”, ya que afecta a los talleres, distribuidores y marcas que operan bajo la ley y en condiciones formales. “Cada vez que alguien compra una autoparte ilegal, fortalece las redes criminales dedicadas al robo de vehículos en la ciudad. Por eso, el llamado desde el Distrito es a actuar con responsabilidad al momento de adquirir estos repuestos, verificar su procedencia, comprar únicamente en establecimientos autorizados y exigir siempre la factura”, señaló César Restrepo, secretario de Seguridad de Bogotá.

¿Cuántos años de cárcel puede pagar una persona que hace cambios a su vehículo con repuestos ilegales?
En cuanto a las sanciones legales, las autoridades recordaron que modificar un vehículo con partes de procedencia ilícita constituye un delito. Según la Ley, las personas sorprendidas, instalando o comercializando autopartes robadas pueden enfrentar penas de hasta ocho años de prisión por el delito de receptación. Esta conducta está tipificada en el Código Penal colombiano y busca frenar la comercialización de bienes obtenidos mediante hurto.
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De acuerdo con la Secretaría de Seguridad, durante 2025 las denuncias por hurto de vehículos en Bogotá han disminuido en un 25 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Las autoridades atribuyen esta reducción a los operativos de control y a los golpes propinados al mercado ilegal de autopartes.
En septiembre de este año, por ejemplo, las autoridades lograron incautar 250 motores con identificación falsa que se encontraban ocultos en la localidad de Los Mártires. De igual forma, se reportó la recuperación de más de 2.000 autopartes y 800 motores robados en los sectores del Restrepo y el 7 de agosto, zonas históricamente reconocidas por la comercialización de este tipo de piezas.




