El jefe técnico de la misión del FMI para Argentina, Roberto Cardarelli, explicará la situación con la que la entidad multilateral debe evaluar el pedido de “reperfilamiento” de la deuda del país.
«El directorio ejecutivo del FMI se reunirá esta tarde para una sesión de información de carácter informal sobre los desarrollos de Argentina», dijo un portavoz del fondo.
El directorio o board, está integrado por representantes de todos los países miembros y es el órgano que autoriza los desembolsos para los distintos programas.
La reunión prevista para esta tarde en el edificio central del Fondo en Washington será informativa y no se espera que se tomen decisiones sobre el reperfilamiento de la deuda ni sobre el giro de 5.400 millones de dólares que estaba previsto para septiembre –parte del crédito stand by de 57.000 millones– pero que viene demorado.
Sin embargo, se estima que el directorio está ansioso por escuchar las novedades que recogió la misión de Cardarelli y el jefe del Departamento Occidental, Alejandro Werner, en sus encuentros con las autoridades del gobierno argentino y con el candidato ganador de las elecciones primarias, Alberto Fernández, y su equipo de economistas.
Cuando terminó la reunión el lunes, el candidato del Frente de Todos acusó a FMI de ser parte responsable de la “catástrofe social” de Argentina y fuentes del kirchnerismo señalaron que el organismo había sugerido un adelantamiento de elecciones porque había un “vacío de poder”. El Fondo desmintió categóricamente que se hubiera conversado sobre eso.
Mientras la misión estaba en Buenos Aires, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunció un “reperfilamiento” de la deuda con el FMI. Inmediatamente después, el portavoz del organismo, Gerry Rice, emitió un comunicado en el que aseguraba que el FMI estaba en proceso de analizar la operación de deuda que proponía el Gobierno y que entendían que eran “pasos importantes para hacer frente a las necesidades de liquidez y para salvaguardar las reservas”.
La reunión de carácter “informal” servirá al directorio para comenzar a informarse sobre este pedido del Gobierno, que en la práctica significa una reformulación del plan stand by, cuyas negociaciones podrían extenderse con el presidente surgido tras las próximas elecciones de octubre.
(Con información de Clarín)
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