El sector agropecuario colombiano inició el año 2025 con un desempeño notablemente positivo. Durante el primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario creció un 7,1 % en términos reales.
En este sentido, Valora Analitik conversó con Mauricio Rosillo, vicepresidente de Negocios de Bancolombia, para profundizar en su conocimiento y las acciones que implementa la entidad para fortalecer su impacto en la economía colombiana.
En la actualidad, ¿cuáles son las oportunidades para el agro colombiano?
Comienzo mencionando la recuperación del consumo interno. Productos como pollo, cerdo, leche y alimentos procesados están viendo una mayor demanda, apoyados por una inflación más controlada y una mayor disponibilidad de materias primas.
Ahora, el clima favorable cobra valor: las proyecciones climáticas para 2025 indican una baja probabilidad del fenómeno de El Niño, lo que permite una mejor planificación agrícola y podría traducirse en mayores rendimientos y estabilidad en la producción.
Cierro con la diversificación de exportaciones, pues no es un secreto quela expansión hacia nuevos destinos es clave, especialmente para productos como flores, café y aguacate.
¿Y los principales retos?
Los desafíos son importantes: la volatilidad en los precios internacionales deinsumos como fertilizantes y granos siguen siendo un foco para el incremento de los costos de producción. Así mismo, la incertidumbre en el comercio exterior que se apoya en riesgo de imposición de aranceles por parte de EE. UU. y una eventual desaceleración de su economía, podrían afectar las exportaciones colombianas.
Y un reto más, los desafíos estructurales propios como los altos costos de energía, la informalidad laboral y la necesidad de modernización tecnológica en muchas zonas rurales, siguen siendo barreras para el desarrollo sostenible del agro.
En resumen, el sector agropecuario colombiano muestra señales alentadoras de recuperación y crecimiento en 2025. Sin embargo, su sostenibilidad dependerá de la capacidad del país para enfrentar los retos estructurales y aprovechar las oportunidades tanto en el mercado interno como en el internacional.
¿Qué opinión le merecen los créditos asociativos?
Reconocemos que el fortalecimiento de los esquemas asociativos es clave para el desarrollo integral del sector. Por ello, apostamos decididamente por el financiamiento de asociaciones y sus integrantes como una estrategia para potenciar el impacto económico, social y ambiental en las zonas rurales.
Como parte de este compromiso, tenemos AsociAgro, una línea de crédito diseñada específicamente para acompañar a las asociaciones del sector agropecuario y a sus asociados. Nuestro objetivo es claro: convertir a las asociaciones en motores de desarrollo rural, capaces de generar valor compartido, mejorar la calidad de vida de sus miembros y contribuir a la sostenibilidad del campo colombiano.
Gracias a esta línea de crédito, hemos desembolsado cerca de $6.000 millones, en las regiones de Antioquia, Centro y Sur del país, facilitando el acceso a financiamiento para productores rurales.
Uno de los casos más destacados es el de la asociación Chocolates Tumaco, que cuenta con 5.000 asociados, de los cuales el 60 % son mujeres. Esta organización es liderada por Ingrid Rodríguez, quien fue reconocida en los Premios de la Economía Popular en la categoría Mujer Rural.
Otro caso que puede ser útil para entender por qué el agro necesita de la unión de esfuerzos es el programa Potencia, que busca transformar estas organizaciones y acompañarlas en su camino hacia el crecimiento, maximizando su impacto económico, ambiental y social en todo el país. En 2024, logramos avances significativos destacando, 34 empresas asociativas fortalecidas y 15 asociaciones financiadas.
Profundicemos en el programa de encadenamientos productivos, son pioneros en este modelo ¿Cuál es su impacto hasta hoy?
Con encadenamientos productivos, Bancolombia ha entregado más de $6,6 billones en créditos.
Explico el modelo: una empresa mediana o grande, que es cliente de Bancolombia, nos ayuda a tener información de los distintos actores de su cadena productiva, es decir, sus proveedores y aliados que por su tamaño y operación no tienen aún una inmersión en el sistema financiero, o no les alcanzan los niveles de su operación para ser sujetos de algunos servicios. ¿Entonces qué hace ahí la empresa grande que es cliente nuestra? Los valida ante nosotros. Por eso se lo llamamos “encadenamiento”.
Ya son 565 empresas -llamadas pivotes- que hacen parte de este modelo, las cuales impactan a 325.000 actores de sus cadenas productivas (clientes, proveedores, productores, entre otros), en sectores como agro, comercio, manufactura y transporte. Los encadenamientos productivos son un instrumento para seguir avanzando en la inclusión de todos los eslabones de las cadenas en diferentes sectores de la economía, impactando de frente la economía popular.