El ministro de Hacienda de Colombia, Alberto Carrasquilla, dio a conocer cuál será la hoja de ruta del sector cafetero con miras a 2030: tecnificación y renovación de la cosecha siguen siendo puntos fundamentales para el segmento.
Las perspectivas, según Carrasquilla, están para que esta actividad sea pieza esencial para complementar la reactivación del país en los próximos 10 años.
De acuerdo con cifras presentadas por Carrasquilla, se proyecta un nivel importante de exportaciones a cierre de año, entre los 12,7 millones y 13,4 millones de sacos, lo que “afianzará a Colombia como el tercer exportador del mundo y principal proveedor de café de calidad”.
La meta es que, por este y otros indicadores, 2020 también se convierta en un año récord cafetero para Colombia.
La producción, por ejemplo, se estima cierre 2020 en 14 millones de sacos, lo que la ubicaría en niveles similares al comportamiento de los últimos seis años.
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Proyecta además el Ministerio de Hacienda un valor real de la cosecha muy cercano a $9 billones, lo que le daría para tener un aumento de $2 billones, cuando se hace la comparación con 2019. De darse ese resultado, recordó Carrasquilla, el país se enfrentaría al valor histórico más alto.
Hoja de ruta:
La agenda estratégica del segmento en los próximos 10 años supone cinco puntos esenciales: sostenibilidad, en la que se tiene en cuenta la renovación de cafetales. Este apartado, dijo Carrasquilla, debe complementarse con el servicio de extensión cafetera para aumentar eficiencia y calidad del producto.
También se buscará una reducción de costos, lo que implica una permanente innovación en los procesos en campo y la poscosecha, con el objetivo de mejorar la rentabilidad.
El objetivo del Gobierno Nacional, hacia 2030, también está en llevar a cabo una reducción de la volatilidad de los ingresos, lo que implica darle vida a una cultura integral de gestión de riesgos con enfoque de mercado, para lo que el fondo de estabilización de precios será clave.
Finalmente, se liderará la estrategia de comercialización y agregación de valor, para lo que serán vitales los nuevos mercados y optimización de la cadena logística.
“El segmento sigue mostrando oportunidades para la creación de nuevos puestos de trabajo. Sabemos que hay potencial y tenemos los mecanismos para aprovecharlo”, concluyó Carrasquilla.
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