China se ha fijado el objetivo de mejorar su competitividad global en el sector del transporte mediante el desarrollo de redes con mayor cobertura y velocidad, aspirando a establecer un sistema de transporte moderno y completo para 2035.
Este ambicioso plan se enmarca en el Plan de Acción para Acelerar la Construcción de Transporte Fuerte (2023-2027), emitido por el Ministerio de Transporte en coordinación con otras instituciones gubernamentales.
El plan de transporte de China: 1, 2, 3
El núcleo de este proyecto es el llamado «cÃrculo de transporte nacional integrado 1,2,3», que busca garantizar desplazamientos en una hora dentro de áreas urbanas, dos horas entre clústeres urbanos y tres horas entre las principales ciudades del paÃs.
Valora Analitik viajó a Beijing, la capital del gigante asiático, para explorar de cerca esta visión de futuro. En una entrevista con el profesor Xu Meng y el MSc. Franklin Liendro, ambos de la School of Systems Science de la Beijing Jiaotong University, se revelaron los detalles del plan desarrollado por los chinos.
Según explicó el profesor Xu Meng, el modelo de transporte está basado en cuatro pilares fundamentales: digitalización, inteligencia, conectividad y sostenibilidad ecológica.
Para alcanzar estas metas, China integrará diversos modos de transporte, como ferrocarriles, lÃneas de metro, carreteras, transporte fluvial, aéreo y envÃo postal.
En total, se proyectan 700.000 kilómetros de vÃas ferroviarias, que estarán organizadas en tres redes principales. Una red de alta velocidad con trenes bala, autopistas y aviación civil; una red arterial de ferrocarriles de baja velocidad, carreteras nacionales y vÃas navegables; y una red básica de carreteras provinciales, carreteras rurales, ferrocarriles regionales y aviación general.
El plan contempla la creación de cÃrculos de logÃstica rápida que permitirán la entrega de bienes dentro del paÃs en un dÃa, a paÃses vecinos en dos dÃas y a las principales ciudades del mundo en tres dÃas.
Además, no solo busca la eficiencia y la conectividad, sino también un desarrollo sostenible, reduciendo el consumo de energÃa y promoviendo prácticas ecológicas en toda la red de transporte.
Aunque su objetivo es mejorar el transporte pesado, también vienen cambios para el transporte más ligero, las bicicletas.
China, conocida como el «reino de las bicicletas», ha integrado históricamente este medio de transporte en sus planes quinquenales.
Actualmente, los esfuerzos se enfocan en la micromovilidad eléctrica compartida, incentivando el uso de bicicletas eléctricas para reducir emisiones contaminantes, especialmente en los trayectos de última milla.
Los proyectos en desarrollo abarcan diversos frentes: estaciones de carga y centros de intercambio de baterÃas, diversificación de los sistemas de préstamo de bicicletas, mejora en la integración con el transporte público a través de biciestacionamientos en estaciones de metro y paradas de autobús, asà como sistemas de monitoreo en tiempo real para evitar la saturación en puntos crÃticos.
Además, China lidera en tecnologÃas avanzadas como los trenes de alta velocidad de nueva generación (CR450), vehÃculos autónomos y puertos inteligentes, respaldados por supercomputación, blockchain e inteligencia artificial. Estas innovaciones están alineadas con un modelo de desarrollo ecológico que prioriza el ahorro de energÃa y la promoción del transporte sostenible.
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El consejo de China para mejorar la movilidad
Consultado sobre recomendaciones para los paÃses que buscan optimizar su movilidad, el profesor Xu Meng explicó:
«Es fundamental orientar el desarrollo de la movilidad como una estrategia nacional prioritaria. En China, consideramos la movilidad esencial para el progreso social, económico, ambiental y cultural. Por ello, hemos dado prioridad a la infraestructura de transporte y a la gestión de viajes, abordándola en tres niveles: nacional, regional y local».
Y añadió: «Para fomentar la movilidad sostenible, implementamos un paquete integral de medidas, como incentivos para vehÃculos eléctricos, expansión de puntos de carga, rediseños urbanos que favorecen a bicicletas y transporte público, y la creación de áreas de bajas emisiones para promover la electrificación y el cambio modal».