El presidente de Fabricato, Carlos Alberto de Jesús, dijo a Valora Analitik que, sin tener datos al respecto, “uno siente que, a raíz del aumento del IVA, también se incrementaron las prácticas de evasión, como el contrabando y la subfacturación”.
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Mencionó que en campaña el actual Gobierno ofreció una reducción del IVA para el sector textil, “que pienso podría disminuir la evasión y a la vez estimular las empresas informales a que se formalicen”.
Otras medidas que, a juicio del directivo, salvarían y sacarían a flote al sector textil serían: políticas arancelarias similares a los países de la región —como Brasil, con el cual el país recientemente de firmar un Tratado de Libre Comercio, TLC—; mejorar el control aduanero, evitando subfacturación; intensificar el combate contra el contrabando y establecer mecanismos para estimular la inclusión tributaria, laboral y ambiental del sector.
En Colombia, los productos textiles son grabados con arancel de 10 %, cuando en Brasil el arancel es de 26 %.
Por otro lado, a la pregunta de qué tan competitivos es la compañía con la actual tasa de cambio de entre 2.900 pesos y 3.000 pesos, respondió que la empresa tiene en su composición de costo muchos productos con precios en dólar; además parte importante de sus negocios se destinan a la exportación, “cuyos ingresos también son en dólares, con el cual hay un equilibrio natural”.
El hecho de que la moneda estuviera algo más depreciada seguramente le ayudaría a la textilera, porque sería más competitiva para exportar (por la porción del costo en pesos colombianos) y, principalmente, porque haría la importación un poco más costosa en pesos.
Retos para el sector y estrategias para competir con mercados asiáticos
De Jesús señaló que el sector textil viene sufriendo “demasiado” con prácticas desleales de competencia en los últimos años, y que la informalidad en la producción y comercialización de productos confeccionados ofrece un ambiente favorable para dichas prácticas.
“Por lo tanto, entiendo que el principal reto sería reducir el nivel de informalidad del sector”, comentó.
Los bajos precios asiáticos para productos industrializados son consecuencia de una competitividad artificial; es decir, moneda devaluada y subsidios, «debido a una relación con trabajadores y con el medio ambiente que en Colombia no sería (ni debería) ser aceptada”, agregó.
De ser así, manifestó la necesidad de esfuerzos del Gobierno para crear un ambiente de competencia leal en el país; por parte de las empresas, todo el esfuerzo para mejorar la oferta de los productos y servicios.
Entre las medidas que se han tomado para evitar el ingreso de confección a bajos precios procedentes de China, destacó el proceso antidumping contra telas denim de ese país.
Preparación tecnológica
El presidente de Fabricato afirmó que la compañía posee tecnología con alto nivel de competitividad, «como lo evidenció la empresa de consultoría textil Gherzi» en una visita que les hizo el año pasado.
“Y no solo en términos de máquinas orientadas a la producción, sino también en tecnología para la auto generación de energía y tratamiento de aguas residuales”, comentó.
Por último, dijo que históricamente el mejor mes en ventas de vestuario es diciembre, por la navidad.
En consecuencia, todas las empresas aumentan sus producciones en el segundo semestre para atender este aumento de demanda, «generando así una mayor procura por los talleres de confección».
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