EY advierte riesgos estratégicos para empresas que subestiman impacto de la geopolítica

Alta rotación política, populismo y políticas de seguridad económica como el nearshoring y la intervención estatal algunas de las tendencias en este contexto

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En un escenario internacional cada vez más marcado por la incertidumbre, Adam Barbina, socio de Ernst & Young (EY) y líder global de Geoestrategia, analiza cómo las tensiones políticas, económicas y sociales están impactando las operaciones empresariales en todo el mundo.

Barbina conversó con Valora Analitik sobre el creciente papel de la geopolítica en la toma de decisiones corporativas y los desafíos que enfrenta el sector privado para integrar estos factores en su gestión de riesgos.

El experto asegura que, si bien la mayoría de las organizaciones reconoce la existencia de riesgos geopolíticos, pocas han desarrollado mecanismos internos sólidos para anticiparse y responder a ellos. EY, con presencia en más de 150 países, ha identificado tendencias como el auge del populismo, la alta rotación política y la intervención estatal en la economía como variables clave para los próximos años

La geopolítica como parte de la estrategia corporativa

Barbina señaló que, en los últimos años, ha crecido el interés de las compañías por tener equipos internos dedicados a entender y gestionar los impactos geopolíticos. “Hemos visto casos donde reconocen que necesitan esta información dentro de la organización y nos contratan para guiarlos en la creación de esos equipos”, explicó.

De acuerdo con el experto, muchas empresas ya cuentan con estructuras dedicadas a riesgos estratégicos y operativos, como la cadena de suministro, la continuidad del negocio o la gestión del talento. Sin embargo, incluir la geopolítica no se reduce a añadir una línea más al registro de riesgos, ya que se trata de un aspecto transversal que afecta a múltiples áreas.

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“Esto no es igual para todas las empresas”, subrayó Barbina. “Cada una tiene su propia estructura, su peso en manufactura, su propiedad intelectual… Para una marca de consumo que fabrica ropa, la geopolítica será muy distinta que para una farmacéutica. También cambia si se trata de una marca nacional, que puede recibir atención por su origen, o según su actuación en diferentes países”.

El experto explicó que, en su informe público de 2023, EY abordó de forma temática la tendencia hacia gobiernos de izquierda en América Latina. Aunque no hicieron un análisis país por país, cuando trabajan con clientes sí desarrollan evaluaciones específicas para cada mercado en función de sus necesidades.

Investigación y acompañamiento continuo

Para reunir información y elaborar diagnósticos, EY combina investigación primaria y secundaria, con aportes de sus equipos locales en distintas regiones, y les añade un enfoque sectorial que analiza impactos sobre áreas como la cadena de suministro, el talento o la inversión. A esto suman la visión de analistas externos y la experiencia adquirida en otros proyectos.

Barbina aclaró que el trabajo no se limita a entregar un informe. “Funcionamos como consultores integrados desde el inicio: acompañamos al cliente durante todo el proceso. Por ejemplo, podemos facilitar talleres ejecutivos donde exponemos escenarios geopolíticos, análisis sectoriales y luego desarrollamos recomendaciones con ellos. Claro que generamos reportes, pero lo valioso es estar con ellos en terreno”, comentó.

El equipo de EY Geostrategy es global, con presencia en Nueva York, Washington D.C., París, Londres, Alemania, Japón, Ciudad de México y Johannesburgo, entre otras ciudades. Barbina no descartó la necesidad de ampliar el equipo en Bogotá, con una visión regional.

En cuanto a sus publicaciones, mencionó que uno de sus informes clave es “Geostrategy in Practice”, lanzado en abril de este año, que examina cómo las empresas están integrando la geopolítica en su estrategia. Otro es el Outlook 2025, publicado en diciembre de 2024, que identifica tres tendencias centrales: alta rotación política, populismo y políticas de seguridad económica como el nearshoring y la intervención estatal. El equipo ya trabaja en la edición de este año, que verá la luz en diciembre.

Perspectivas hacia 2025

De cara a los próximos meses, Barbina considera que las empresas deberán enfrentar un contexto internacional volátil, con riesgos que no solo provienen de conflictos o tensiones diplomáticas, sino también de cambios internos en los países, como reformas políticas, movimientos sociales o variaciones regulatorias.

En su concepto, las compañías que adopten un enfoque proactivo y sistemático frente a la geopolítica estarán mejor preparadas no solo para mitigar riesgos, sino para identificar oportunidades de expansión, optimización de operaciones y fortalecimiento de relaciones con actores clave en los mercados donde operan.

“El objetivo no es asustar a las empresas, sino darles una visión clara de los posibles escenarios y ayudarlas a tomar decisiones más informadas. La geopolítica no es solo una amenaza; bien gestionada, puede ser una ventaja competitiva”, concluyó.