El cambio de estrategias implementadas por Fabricato en los últimos años ha llevado a mejoras significativas en su rentabilidad, tal como se refleja en el reciente balance financiero.
Si bien en el acumulado a junio de 2025 la textilera presentó una leve reducción de 1 % de sus ingresos, consolidando $136.493 millones en el periodo, la utilidad bruta cerró en $37.411 millones, es decir, 121 % por encima de la presentada en el mismo corte de 2024 ($16.945 millones).
Al desagregar la información, las ventas por el negocio de textiles fueron las que presentaron una variación negativa con $126.632 millones (-3 %), mientras que los ingresos inmobiliarios acumulados de actividades ordinarias crecieron 35 % a $9.861 millones.
“Los activos clasificados como mantenidos para venta la crecieron 51 % debido a la disminución de la capacidad instalada de la planta, esto con el fin de implementar una operación que genere máximas eficiencias, suprimiendo líneas de negocio que no son rentables para la compañía”, destacó Fabricato en el documento.
Los factores que podrían impactar el desempeño de Fabricato en la segunda mitad del año
“En un periodo de aumento de la incertidumbre económica y tensiones comerciales a nivel global se mantiene la tendencia conservadora en el consumo de segmentos como el de prendas de vestir y textiles, reflejado de manera inmediata en menores necesidades de producción por lo que se presenta una afectación en las ventas con disminución del 5 % del volumen de ventas y de 3 % en el valor frente al primer trimestre del 2025”, se lee en el reporte de resultados.
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En línea con lo anterior, Fabricato manifiesta que el contrabando y la competencia desleal, así como una posible afectación en las ventas por la capacidad adquisitiva del consumidor final, son algunos de los riesgos altos que permanecen latentes para la segunda mitad del año.
El presidente de Fabricato, Gustavo Lenis, destacó en el reporte también que “se mantiene el clima de incertidumbre por el impacto que puede tener el estancamiento de la reducción de la velocidad de baja de la tasa de intervención monetaria por parte del Banco de la República que se mantiene en el 9,25 % y del impacto que tendrá la nueva ley laboral que entró en vigor el 15 de julio”.
De igual manera, apuntó que “es necesario esperar el efecto político y económico que puede tener la incertidumbre creada por la política arancelaria impuesta este año por Estados Unidos”.
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