La Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y la Dimayor volvieron a incumplir sus compromisos frente a los jugadores profesionales.
Ayer jueves 6 de noviembre, representantes de Acolfutpro asistieron puntualmente a la convocatoria del Ministerio del Trabajo, encabezado por Antonio Sanguino, con el propósito de firmar el acuerdo laboral consensuado el pasado 29 de septiembre entre las partes.
A la sesión asistieron únicamente Andrés Tamayo, secretario general de la FCF, y Lorena Novoa, secretaria general de la Dimayor. De acuerdo con el comunicado de Acolfutpro, ambos informaron de manera sorpresiva su negativa a formalizar el acuerdo, pese a que ya había sido discutido y aprobado previamente con acompañamiento del Ministerio del Trabajo.
Esta decisión fue interpretada por el gremio como un incumplimiento abierto de la palabra empeñada y una violación de los compromisos laborales asumidos con los futbolistas.
El documento que debía firmarse incluye cláusulas relacionadas con el reconocimiento de los futbolistas como trabajadores, la regulación de horarios y descansos, la participación en decisiones deportivas, y la creación de canales formales de diálogo social.

Estos puntos se habían logrado tras más de cuatro años de negociación y con mediación del Gobierno Nacional en cumplimiento de los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ratificados por Colombia.
Acolfutpro denuncia incumplimiento y anuncia acciones judiciales
El gremio de jugadores profesionales afirmó que el incumplimiento de la FCF y la Dimayor viola la Constitución y la legislación laboral colombiana, además de representar una falta de respeto hacia el Ministerio del Trabajo, que ha actuado como garante institucional del proceso.
“La buena fe del Ministerio y de los futbolistas ha sido asaltada”, advirtió Acolfutpro en su comunicado oficial No. 23-2025.
La organización, que agrupa a más de 1.200 futbolistas en el país, aseguró que continuará su lucha por el reconocimiento pleno de los derechos laborales en el fútbol profesional colombiano.

Entre las acciones que evalúan están demandas ante la justicia ordinaria, quejas ante organismos internacionales y denuncias ante la OIT por incumplimiento de los acuerdos de diálogo social.
Fuentes del Ministerio del Trabajo confirmaron que el ministro Sanguino había convocado la reunión precisamente para dar cierre formal al proceso iniciado meses atrás, en el que participaron representantes del Gobierno, de los clubes y de los jugadores.
Contexto y antecedentes del conflicto
El enfrentamiento entre Acolfutpro y los entes rectores del fútbol colombiano no es nuevo. En 2019 ya se habían presentado paros y amenazas de huelga por parte de los jugadores ante la falta de un convenio laboral colectivo.
Desde entonces, el gremio ha solicitado al Estado que intervenga para que se cumplan los derechos laborales básicos. En 2023, la OIT incluyó a Colombia en la lista de países observados por conflictos laborales en el sector deportivo, lo que presionó al Gobierno a reactivar las mesas de diálogo.
El acuerdo de septiembre de 2025 fue visto como un avance histórico, pero la negativa de la FCF y la Dimayor vuelve a poner en riesgo ese progreso.
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Un aspecto relevante del acuerdo frustrado es el reconocimiento del salario mínimo para futbolistas de la B, que hoy en muchos casos no supera los $1.200.000 mensuales, y la regulación de los tiempos de recuperación y descansos, que actualmente dependen de la discrecionalidad de los clubes.
Acolfutpro busca que esos puntos queden definidos por ley o por convenio laboral, como sucede en otras ligas de la región.




