Las fuentes clave de la presión sobre los mercados emergentes (EM) durante el verano siguen vigentes, según Fitch Ratings en un nuevo informe. El impacto de una política monetaria estadounidense más estricta, el fortalecimiento del dólar y los riesgos para el comercio mundial y el crecimiento se seguirán sintiendo en 2019.
Las vulnerabilidades de los EM se reflejan en las perspectivas de calificación soberana de Fitch y en las recientes acciones de calificación.
De las 15 calificaciones soberanas en perspectiva negativa, solo tres están en mercados desarrollados.
Las acciones negativas notables de calificación soberana de EM en 2018 incluyeron dos revisiones de Outlook para Argentina (B / Negativo) y una baja de Turquía (BB / Negativo).
El crecimiento económico mundial sigue apoyando la calidad crediticia soberana en general, y la recuperación sostenida de los precios de los productos básicos duros desde 2016 ha impulsado a los exportadores de mercados emergentes. Sin embargo, una combinación de eventos y riesgos específicos de cada país, y desarrollos más amplios, que incluyen aumentos en las tasas de los EE. UU., condiciones financieras más estrictas y proteccionismo comercial, han hecho que Fitch reduzca sus pronósticos de crecimiento para varios EM durante 2018.
Una mayor apreciación del dólar y unas condiciones financieras mundiales más estrictas probablemente desalienten los flujos de capital a los EM, agregó.
Y señaló que el aumento de la deuda de EM en moneda extranjera en los últimos años exacerba el impacto de un dólar al alza en la disponibilidad y el costo de financiamiento para los EM. La dirección del dólar es crítica para los ME y se correlaciona inversamente con las calificaciones soberanas de los EM.
Se están realizando algunos ajustes externos y se están montando respuestas políticas, pero estas no son gratuitas, advirtió Fitch.
Por ejemplo, dijo, el aumento de la tasa de interés puede ayudar a contener la presión en las monedas de los mercados emergentes, pero la restricción monetaria desde un punto de partida relativamente flojo es otra barrera para el crecimiento. Y mientras que muchos bancos centrales de EM normalmente dicen que solo intervienen en los mercados de divisas para suavizar la volatilidad, los datos sugieren que pueden gastar reservas para evitar una mayor depreciación, agotando los búferes externos.
Señaló que las presiones externas y fiscales en el balance son más evidentes en América Latina, Oriente Medio y África (MEA).
Las calificaciones soberanas de EM de Fitch reflejan no solo el grado de vulnerabilidad de un soberano a condiciones de financiamiento global más estrictas y flujos de capital cambiantes, sino también su capacidad para navegar las presiones económicas y de balance resultantes, que varían considerablemente de soberano a soberano.