Fitch Ratings confirma calificación de Bogotá y destaca fortaleza de ingresos

Fitch Ratings confirma calificación de Bogotá y destaca fortaleza de ingresos

Fitch califica el perfil de riesgo de Bogotá en un 'rango medio bajo', sustentado en cinco factores con atributos.

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La calificadora Fitch Ratings reafirmó las calificaciones de incumplimiento de emisor (IDR, por sus siglas en inglés) de largo plazo en moneda extranjera y local de Bogotá, en ‘BB+’ con perspectiva negativa.

También reafirmó la calificación de los bonos sénior no garantizados de Bogotá en ‘BB+’. Asimismo, mantuvo las calificaciones en escala nacional de largo y corto plazo en ‘AAA (col)’ con perspectiva estable y ‘F1+(col)’, respectivamente.

“La reafirmación de las IDR está respaldada por el desempeño operativo de Bogotá en 2024, el cual fue relativamente acorde con los escenarios de Fitch”, sostiene la firma.

Y agrega: “A pesar de un incremento moderado en el indicador de repago en el escenario base respecto a la revisión anterior, los indicadores financieros se mantienen dentro del perfil crediticio individual (SCP) de ‘bbb-’, que es superior a la calificación soberana de Colombia (BB+/Negativa). La perspectiva negativa refleja la misma perspectiva del soberano”.

Los factores de calificación para Bogotá

Fitch califica el perfil de riesgo de Bogotá en un ‘rango medio bajo’, sustentado en cinco factores con atributos de ‘rango medio’ y uno evaluado como ‘débil’:

En primer lugar, la fortaleza de ingresos se ubica en rango medio, gracias a una “estructura compuesta principalmente por impuestos locales con baja a moderada ciclicidad y una base diversificada”.

En segundo lugar, la capacidad de ajuste de ingresos también se califica como rango medio. Fitch considera que Bogotá podría compensar más del 200 % de una caída típica en ingresos si ajustara las tarifas del impuesto de industria y comercio y del predial. “No obstante, esta capacidad se ve limitada por el PIB per cápita relativamente bajo frente a ciudades comparables y por la alta carga tributaria empresarial en el país”.

Bogotá
Panorámica de Bogotá. Foto: Valora Analitik

A esto se suma la sostenibilidad del gasto, igualmente valorada como de rango medio. El gasto creció de forma alineada con los ingresos entre 2020 y 2024. “Si bien una parte importante se destina a programas sociales y subsidios de salud, gran parte de estos son discrecionales, lo cual permite cierta capacidad de ajuste. Además, los incrementos en salud han sido parcialmente compensados por transferencias del Gobierno Nacional”, agrega la calificadora.

Asimismo, la flexibilidad del gasto se clasifica en rango medio, ya que entre el 70 % y 90 % del gasto total es obligatorio, pero existen márgenes de maniobra para reducir subsidios o programas sociales, o incluso aumentar tarifas de transporte. Aunque estas decisiones serían políticamente sensibles, Fitch considera que serían viables en caso de una presión financiera severa.

Por otro lado, la fortaleza de pasivos y liquidez también se ubica en rango medio. Bogotá tiene un marco de deuda moderado, con bajo riesgo cambiario y una exposición razonable a tasas de interés variables. La deuda directa asciende a $10,9 billones, mientras que la ajustada, que incluye compromisos del metro, llega a $11,6 billones. Sin embargo, el total del efectivo disponible —$4,8 billones— está comprometido, lo que implica que la deuda neta y la bruta son equivalentes.

Finalmente, la flexibilidad de pasivos y liquidez se evalúa como débil. “A pesar de contar con excedentes por $840.000 millones al cierre de 2024, la ciudad debe transferir cerca de $1,7 billones para el proyecto de la segunda línea del metro antes de agosto de 2025. Adicionalmente, Bogotá no dispone de líneas de crédito activas con entidades calificadas por encima de ‘BB+’, lo que reduce su capacidad de reacción ante imprevistos de liquidez”, concluye el análisis.