Fitch confirma calificación de Colombia con perspectiva «estable»

- Publicidad -   La agencia Fitch Ratings confirmó las calificaciones ‘BBB’ para Colombia con una perspectiva «estable» lo que refleja «su larga trayectoria de políticas macroeconómicas prudentes y consistentes, así como un historial de estabilidad macroeconómica y financiera». Sus calificaciones, dijo, están limitadas por la alta dependencia de los productos básicos, la flexibilidad fiscal […]

 

La agencia Fitch Ratings confirmó las calificaciones ‘BBB’ para Colombia con una perspectiva «estable» lo que refleja «su larga trayectoria de políticas macroeconómicas prudentes y consistentes, así como un historial de estabilidad macroeconómica y financiera».

Sus calificaciones, dijo, están limitadas por la alta dependencia de los productos básicos, la flexibilidad fiscal limitada y las debilidades estructurales en términos del bajo PIB per cápita y los indicadores de gobernanza más débiles en relación con los pares.

La perspectiva macroeconómica de Colombia ha mejorado desde 2016, señaló la agencia.

«La economía colombiana se ha ajustado a la fuerte caída del precio del petróleo a fines de 2014, lo que provocó una desaceleración económica, una caída en los ingresos del gobierno, una caída de las exportaciones, una fuerte depreciación del peso y un repunte de la inflación. Después de dos años de crecimiento económico por debajo del 2%, se espera que el crecimiento económico de Colombia se acelere a un 2,6% en 2018 y un 3,3% en 2019 liderado por un repunte de las exportaciones, parcialmente respaldado por los mayores precios del petróleo y la inversión», indica el reporte de la firma.

La inflación en el país cayó a 4,1 % en 2017 desde un máximo de 8,9 % en julio de 2016. Fitch espera que la inflación de fin de año caiga a 3,3 % en 2018.

Como resultado de la caída en la inflación y las expectativas de inflación, el Banco de la República ha reducido las tasas de interés bruscamente por un acumulado de 350 puntos básicos a 4,25 % en abril de 2018.

Se espera que los recortes en las tasas de interés ayuden a impulsar la demanda interna en 2018-2019.

Luego de llegar al 6,3 % del PIB en 2015, el déficit en cuenta corriente de Colombia cayó a 3,3% del PIB en 2017.

Fitch espera que el déficit en cuenta corriente continúe reduciéndose en los próximos dos años debido principalmente a un continuo repunte de las exportaciones, ayudado por un aumento en los precios del petróleo.

La inversión extranjera directa cubrió por completo el déficit de la cuenta corriente en 2017.

La deuda externa neta, que había aumentado considerablemente entre 2014 y 2016, alcanzó un máximo de casi el 55 % de los ingresos de la cuenta corriente en 2016 y ha comenzado a caer.

El banco central mantiene un colchón de reserva internacional con 7,9 meses de pagos externos actuales, más alto que la mediana ‘BBB’, complementado por un FCL externo de USD11,35 billones del FMI, y tiene una mayor flexibilidad de tipo de cambio para absorber shocks externos dados La relativa falta de dolarización financiera de Colombia.

El reporte mencionó que el déficit fiscal del gobierno central cayó a 3,6 % del PIB en 2017 desde 4 % en 2016.

El presupuesto de 2018 requiere un ajuste adicional de 0,5 % del PIB, lo que Fitch cree que es factible. Los ingresos del petróleo más altos de lo esperado ayudarán.

El déficit del gobierno general de Colombia es más bajo que el déficit del gobierno central dado el superávit en el fondo de pensiones estatal y los gobiernos locales y regionales, alcanzando 2,4 % del PIB en 2017. La carga de la deuda del Gobierno del 41 % del Producto Interno Bruto (PIB), que está en línea la mediana ‘BBB’, se ha estabilizado.

Además, se espera un ajuste fiscal en 2019, pero el objetivo fiscal del gobierno central del 2,4 % del PIB según lo delineado por el informe del Consejo Fiscal de 2018 será difícil de lograr sin más medidas.

La fase de reforma fiscal de 2016 en los ingresos fiscales aumenta a lo largo de varios años. Sin embargo, los grandes gastos rígidos de salud y las transferencias a los gobiernos subnacionales limitan el espacio presupuestario frente a las demandas de inversión en infraestructura para integrar al país en el período posterior a la paz.

Además, se necesitaría un ajuste fiscal para colocar la carga de la deuda de Colombia en una trayectoria descendente más sólida. La regla fiscal apunta a un déficit estructural del Gobierno Central del 1 % del PIB para 2027 bajo el nuevo esquema de su Consejo Fiscal.

Sobre las elecciones presidenciales, la calificadora dijo que es probable que se produzca una segunda vuelta en junio.

“Una de las primeras pruebas clave del nuevo gobierno será la introducción y aprobación del presupuesto de 2019, así como la postura del Gobierno sobre su regla fiscal”, indicó.

Fitch espera una amplia continuidad monetaria y fiscal sin importar quién gane las elecciones presidenciales.

Las elecciones al Congreso en marzo condujeron a mayorías de centro y centroderecha, lo que mejoraría la capacidad de un candidato centrista para aprobar legislación y al mismo tiempo frenar la capacidad de la próxima administración para cambiar la dirección de la política.

No obstante, mencionó que hay margen para algunos cambios de política imprevistos, especialmente en lo que respecta a la implementación del acuerdo de paz con las Farc, así como el papel del estado en áreas clave de la economía, como el sector petrolero.

“Los cambios significativos en las políticas podrían afectar negativamente la confianza de los inversionistas y, por lo tanto, las perspectivas de crecimiento”, finalizó.

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