Sin duda el sector floricultor colombiano ha sido reconocido a lo largo de los años como uno de los principales dinamizadores de las exportaciones locales, debido a su alto impacto en temporadas como San Valentín o el Día de la Madre y que han consolidado al país como el segundo exportador de flores en el mundo tras Holanda. No obstante, el Covid-19 ha golpeado al sector con fuerza y creado incertidumbre para los 140.000 empleos formales y los numerosos empresarios que hacen parte de este gremio.
Esto pues si bien la floricultura colombiana tuvo un crecimiento del 4,7% en sus exportaciones en el primer trimestre de 2020, pasando de US$410,7 millones entre enero y marzo del año pasado a US$429,9 millones en el mismo periodo de este año según cifras del Dane, la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores) ha estimado que tras el Covid-19, las ventas exteriores bajaron cerca de un 80% y, aunque se han recuperado levemente impulsadas por el Día de la Madre, el golpe es muy fuerte para el gremio.
“La disminución en los vuelos internacionales de las aerolíneas y el incremento de sus tarifas han sido los principales obstáculos para que nuestras flores lleguen a otros países durante la celebración del Día de la Madre, y si a eso le sumamos el importante descenso de los pedidos, podríamos suponer una reducción significativa en las exportaciones para esta temporada”, aseguró Augusto Solano, presidente de Asocolflores.
Según Solano, el sector floricultor fue el primero en sufrir las consecuencias de la pandemia en Colombia, ya que una vez apareció el virus en China, mucho antes de llegar al país, las órdenes se fueron cancelando paulatinamente, pasando por Europa hasta llegar a Estados Unidos y Canadá.
El gremio ha alertado que el futuro del sector está condicionado a la reactivación de sus mercados en la medida en que estos se vayan abriendo. Algunos países de Europa comienzan a abrir sus economías, pero de manera muy lenta. En tanto, en Estados Unidos los grandes supermercados han sido los más activos y las floristerías en varios estados están empezando a abrir.
La coyuntura es de mayor importancia ante un evento como el Día de la Madre que se celebrará el próximo domingo y que es, junto a San Valentín la fecha más importante del calendario de exportación de los floricultores, pues luego de esta celebración las ventas decaen porque llega el verano a Estados Unidos y Europa, y con él los cultivos de flores a cielo abierto en cada país.
“Tradicionalmente luego del Día de la Madre, los grados y la temporada de matrimonios las ventas solo se reactivan hasta septiembre y es aquí donde radica la importancia de que las empresas cuenten con la liquidez suficiente para subsistir. Sabemos que los resultados del Día de la Madre estarán por debajo de lo presupuestado y por ello hemos solicitado al Gobierno, a través del Consejo Gremial Nacional, otorgar subsidios a los salarios de las empresas más afectadas y no préstamos”, concluyó Solano.
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