El Banco de la República (BanRep) presentó recientemente un estudio sobre el impacto de los supermercados de bajo costo en los municipios de Colombia, concluyendo que este modelo ha generado beneficios en empleo, formalización y economía local.
Lo que en inglés se denomina tiendas de hard-discount -que en el país operan bajo marcas como D1, Ara, Ísimo, entre otras- son establecimientos con una superficie mayor que una tienda de barrio, pero más pequeños que un supermercado tradicional, y ofrecen una variedad limitada de productos que suelen ser de marca propia y con precios comparativamente más bajos.
Además de competir con los supermercados tradicionales, destaca el BanRep, también compiten con las tiendas de barrio, ya que su modelo de operación les permite expandirse rápidamente en vecindarios residenciales y poblaciones urbanas que no cuentan con grandes almacenes de cadena.
En 2017, las tiendas de barrio tenían 52 % de la participación de mercado, mientras que los supermercados tradicionales representaban el 23 %. Así, en este contexto, la llegada de estas nueva cadenas de bajo precio han aumentado la competencia en determinados productos.
Impacto de los ‘hard discounts’ en el empleo y la economía
Según la investigación, tras la entrada de la primera tienda de este tipo en un municipio, la tasa de ocupación municipal aumenta de forma paulatina y el aumento se hace estadísticamente significativo tras tres años.
“La estimación implica que, en promedio, cinco años después de abierta la primera tienda de cadena de bajo costo en un municipio, la tasa de empleo es alrededor de cuatro puntos porcentuales (pps) mayor en esos municipios comparados con aquellos en donde aún no hay operación de este tipo de tiendas”, destaca la investigación.
La llegada de las tiendas de hard discount puede promover la actividad económica en sus municipios debido a la creación directa de empleo y a los efectos de arrastre sobre otros sectores, pero también por el aumento en el valor de ciertas zonas de la ciudad donde se ubican estas tiendas.
“Aunque los principales impuestos en Colombia se recaudan a nivel nacional —como el impuesto sobre la renta, las contribuciones a la seguridad social y el IVA—, otros impuestos relevantes se recaudan en el ámbito municipal, como el impuesto predial, el de industria y comercio, el de vehículos, el de la gasolina, entre otros”, se explica en el informe del Banco de la República.
Por ejemplo, los investigadores del BanRep expusieron que el impuesto de industria y comercio depende del desempeño de cualquier actividad industrial, comercial o de servicios registrada en el municipio.
Así, en el caso de las cadenas de hard discount, aunque tienen presencia en todo el país, deben pagar este impuesto con base en las ventas e ingresos locales de cada uno de los municipios en los que operan.
“Antes de la llegada de las tiendas, el crecimiento de los impuestos locales como proporción de los ingresos totales era similar entre los municipios que abrieron primero en comparación con aquellos que abrieron más tarde”, se ve en el informe.
Posteriormente, se expuso que con la llegada de las tiendas de descuento, la tasa de crecimiento de todos los ingresos tributarios locales aumenta en promedio 10,1 pps, considerando todos los períodos posteriores al tratamiento, y la mayor parte de este incremento se explica por los ingresos recaudados a través del impuesto de industria y comercio.
Por lo tanto, el Banco de la República concluyó que la llegada de estos establecimientos genera un aumento en los ingresos fiscales para el gobierno local, explicado principalmente por el crecimiento de las actividades comerciales e industriales.
“Este resultado es consistente con la evidencia presentada en la literatura sobre los efectos en la cadena de suministro hacia atrás de la formalidad empresarial”, finalizó el informe.