Fitch Ratings publicó un nuevo informe sobre algunas expectativas para mercados emergentes en 2020, un año que de acuerdo con su criterio ha empezado convulso y en el que existen riesgos de calificaciones a la baja para algunos mercados emergentes, entre ellos varios latinoamericanos.
Esto debido a las intensas tensiones en Medio Oriente, luego del asesinato del general iraní Qassem Soleimani, así como a la ola de protestas que reflejan el descontento público centrado en cuestiones económicas en varios países, que han subrayado la vulnerabilidad de los mercados emergentes al riesgo político.
De esta manera, Fitch señaló que, a principios de 2020, 13 calificaciones soberanas de emergentes se encuentran en perspectiva negativa, superando a ocho en perspectiva positiva. Esto indica que la calificadora espera que la solvencia crediticia neta de estos mercados disminuya este año.
“Este telón de fondo y una perspectiva económica global incierta presentan desafíos para los responsables de las políticas y riesgos a la baja para las calificaciones”, evaluó Fitch.
En 2019 hubo 11 mejoras en la calificación soberana de estos países, en comparación con 10 rebajas, impulsadas por una ronda inusual de mejoras en Europa emergente que superaron las rebajas de notas en otras regiones.
Evaluación de algunos mercados latinoamericanos
Entre los mercados latinoamericanos a evaluar con especial énfasis se encuentra Argentina, que cuenta con una calificación de ‘CC’, lo que indica una alta probabilidad de incumplimiento de pago directo o ‘intercambio de deuda en dificultades’ que conlleva pérdidas para los inversores, pero no refleja las expectativas con respecto al tipo o tamaño de estas pérdidas.
“No obstante, el tipo de acuerdo que se alcance y el grado de alivio financiero que ofrezcan serán determinantes cruciales en la calificación de Argentina posterior a la reestructuración”, agregó Fitch.
Otro país en la mira será Panamá (BBB), debido a su alto déficit fiscal, por lo que la calificadora señala que “esperamos déficits más amplios en línea con los nuevos límites para continuar aumentando la carga de deuda de Panamá en el mediano plazo. Otros indicios de deterioro fiscal pueden conducir a una presión negativa sobre la calificación soberana del país”.
En cuanto a Chile (A), a pesar del fuerte impacto de las protestas sociales de final de 2019, Fitch dijo que “sus calificaciones con perspectiva estable continúan respaldadas por su sólido balance general, su historial de políticas prudentes y consistentes e indicadores de gobierno en línea con la mediana ‘A’. Las presiones sobre la calificación de Chile podrían surgir si el crecimiento económico débil persiste, hay un marcado aumento en la carga de la deuda del gobierno o crece la erosión de la credibilidad fiscal, además de un fuerte deterioro en la gobernanza como resultado de los disturbios”.
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