El Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec) informó que la industria manufacturera de ese país cayó 11,5% en septiembre de 2018, luego de que en agosto hubiera bajado 5,6%.
De acuerdo con el Indec, la disminución interanual es mayor que la observada en cualquier punto de la recesión de 2016, lo que pone de relieve el grado en que la crisis monetaria y la caída de la demanda interna paralizaron la actividad en el sector manufacturero.
La producción disminuyó en 11 de las 12 industrias seguidas por el Indec, lo que muestra que el efecto de la recesión en curso es generalizado.
La industria textil tuvo el peor desempeño con una contracción del 24,6% de la producción, pero la actividad también disminuyó más del 20% en la publicación e impresión (21,6%), plástico (20,4%) y la metalmecánica(20,5%).
El caso de la metalmecánica es un buen reflejo de la situación del sector manufacturero en su conjunto, con una actividad en declive debido a la débil demanda de maquinaria y al flojo desempeño del equipo de la construcción, la agricultura y el sector automotriz.
Hablando de producción automática esta cayó un 15,7% en septiembre, ya que el dinamismo de las exportaciones moderadamente bueno no fue suficiente para contrarrestar una caída masiva del 50% en las ventas nacionales.
Por su parte, la refinación de petróleo cayó 11% mientras la industria continúa luchando debido a la incertidumbre de los precios y la caída de la demanda de gasolina.
La única industria que creció en septiembre fueron los metales básicos, que aumentaron un modesto 2.7% que es mucho más débil que las tasas de crecimiento de más del 10% que el sector logró constantemente durante los 14 meses anteriores. La demanda de tubos de acero utilizados en la exploración de petróleo y gas se mantuvo fuerte, pero la demanda de los sectores automotriz y de construcción se debilitó considerablemente.
En general, la industria manufacturera tuvo una fuerte lucha en septiembre con la crisis monetaria en su peor momento, lo que llevó a una retracción de la demanda interna y la incertidumbre en la fijación de precios.
(Reporte especial de CEEMarketWatch para Valora Analitik)