En lo que va de julio, la inflación de Brasil anota una variación del 0,72 %, lo que la perfila como la más alta para ese mes desde 2004, lapso en el que ese indicador se ubicó en 0,93 %, de acuerdo con el reporte del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).
No obstante, la variación intermensual anota un ligero decrecimiento respecto a junio de 2021, cuando ese indicador fue del 0,83 %.
Ese comportamiento se ve empujado por el incremento en los precios de la electricidad, que se han elevado en un 4,79 % durante el último mes.
De esta forma, dentro del índice de precios al consumidor (IPC) esta representa el mayor impacto individual para el bolsillo de los consumidores, que hasta ahora se calcula en 0,21 puntos porcentuales.
Esto sucede después de que en junio comenzara a regir una nueva directriz (bandera roja) para el costo de los servicios públicos en Brasil, que también ha llevado al alza el valor del agua para el consumo de la ciudadanía, en un 3,85 %.
Recomendado: Bolsonaro sanciona ley para privatización de Eletrobras
En julio también se aplicó otro un reajuste del 52 % en el valor adicional de esta bandera tarifaria, que comenzó a cobrar R $ 9.492 por cada 100 kilovatios consumidos, frente a R $ 6.243 que se facturaban en junio, alza que evidencia en incremento en la inflación.
Otros de los principales aportes a los precios al consumidor de Brasil están en el gas (3,89 %), el transporte (1 %) y los alimentos (0,49 %).
—
