En su presentación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al Gobierno de Estados Unidos de agredir a su país en los campos político y económico.
Dijo que “las oligarquías del continente y desde Washington” se han planteado estrategias para bloquear la economía venezolana usando mecanismos como la prohibición para usar negociaciones con el dólar estadounidense.
Ratificó que las sanciones unilaterales de Estados Unidos buscan afectar a su país por el poseedor de las reservas de petróleo más grandes del mundo.
Maduro aseguró que se está fraguando una intervención militar desde la iniciativa de Estados Unidos junto a sus gobiernos aliados en América Latina que, además, están fabricado “por distintas vías una crisis migratoria que se cae por su propio peso”, se pretende “desviar las verdaderas crisis migratorias del mundo».
El mandatario venezolano incluyó a Colombia entre los países que están fraguando un golpe de Estado a través de una intervención militar liderada por “funcionarios de la Casa Blanca”.
Basó sus denuncias, entre otras cosas, en un informe del diario The New York Times en el que –dijo- se recogieron pruebas sobre la intención de Estados Unidos de intentar un “cambio de régimen en Venezuela”.
Durante su discurso pidió una investigación en contra de Colombia y otros países que planearon un atentado en su contra en agosto pasado.
A pesar de todas sus críticas, dejó abierta la puerta para “darse la mano” con el presidente estadounidense Donald Trump con el fin de discutir los asuntos de la región.