El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) confirmó oficialmente la salida de Mauricio Claver-Carone de la presidencia de la entidad, así como la persona que lo reemplazará.
Por medio de un comunicado, la Asamblea de Gobernadores resolvió que el directivo cesara sus funciones.
Así mismo, reveló que la vicepresidenta ejecutiva de la entidad, Reina Irene Mejía, ejercerá como presidenta, teniendo en cuenta el Convenio Constitutivo del banco.
De esta forma, la funcionaria estará bajo la dirección del Directorio Ejecutivo hasta que se elija a un nuevo presidente.
En la mañana de este lunes, la Agencia EFE había confirmado que la Asamblea de Gobernadores aprobó la salida de Claver-Carone, tras revelarse que tuvo un romance con una subordinada.
La plana mayor del BID le dio luz verde a despedir a Claver-Carone, quien había sido elegido en 2020, en medio de una polémica por ser el primer estadounidense en ocuparlo.
No obstante, ahora se confirma su salida de la entidad multilateral en medio de un escándalo con jefa de gabinete.
Resultados de la investigación
La decisión se da unos días después de que el directorio del BID recomendara la remoción de Mauricio Claver-Carone como presidente de la entidad.
Detrás de esto hay una investigación de larga data, realizada por la firma Davis Polk & Wardwell, que nació de una denuncia anómina encontra del directivo.
Las conclusiones de los consultores fue que Claver-Carone debía salir del BID, por cuenta de la relación romántica que tuvo con una subalterna.
Si bien este fue un tema privado, en el banco hay una estricta política de ética y conductas profesionales, que violaron los involucrados, según se comprobó en la investigación.
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En particular, se denunció que Claver-Carone le aumentó el sueldo a su jefa de gabinete en el BID en cerca de 50 % en menos de un año.
Al tiempo que solicitaba hospedajes y cenas en restaurantes de alto nivel durante sus viajes de trabajo.
Estas y otras conductas llevaron a la Asamblea de Gobernadores del BID a cesar a su presidente, con lo cual iniciará un proceso de 45 días para elegir a su sucesor.
