Una compleja situación de orden público estalló en el Caribe colombiano y sus efectos tienen en vilo un megaproyecto de infraestructura de más de $4 billones.
La crisis estalló este miércoles, 15 de marzo, cuando manifestantes atentaron contra el peaje de Pasacaballos (cerca a Cartagena), que hace parte de las Autopistas del Caribe.
Allí también atentaron contra trabajadores, vehículos, equipos e infraestructura, que hace parte de los bienes de la Nación.
Según la concesión, los hechos violentos dejaron millones de pérdidas en el megaproyecto, así como personas heridas por causa de los ataques perpetrados.
Por lo anterior, rechazaron las vías de hecho que se tomaron en el peaje de Pasacaballos, llamado al que se sumó la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
Esta última, incluso, les pidió a las autoridades pertinentes adelantar las investigaciones por lo sucedido.
Y reveló que no hay garantías de seguridad en el corredor, motivo por el cual se canceló una reunión que tenían programada para este 16 de marzo.
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Por cuenta de lo anterior, el peaje de Pasacaballos se mantiene inactivo y sin cobro por parte de la concesión.
Esto ha agravado la situación del megaproyecto Autopistas del Caribe, que es un corredor de carga entre Cartagena y Barranquilla.
El megaproyecto está ‘pasando aceite’
La razón es que el corredor ya tenía otro peaje con las talanqueras arriba por razones de tipo social.
Se trata de las casetas de Turbaco, ubicada en el municipio homónimo, que lleva más de un año sin recaudar dineros y generándole una caja adicional al Gobierno.
De hecho, esta situación llevó hace unos meses a la concesión a lanzar la alerta por la continuidad del megaproyecto, que debe comenzar su etapa de construcción en 2023.
No obstante, aún no cuenta con los recursos necesarios para el cierre financiero, precisamente por esta falta de garantías en materia de dineros.
Sobre esto, Valora Analitik conoció que la ANI y la concesionaria firmaron un acta de evento eximente de responsabilidad, lo que implica que el Gobierno reconoce que se trata de una situación que sale de las manos de ambas partes.
Además, confirman que Autopistas del Caribe no puede pasar a fase de construcción, por cuenta de factores externos.
Esto les da un tiempo adicional a los contratistas para lograr los recursos necesarios para la billonaria inversión que requerirá el futuro corredor de carga entre Cartagena y Barranquilla.
No obstante, el pronóstico es complejo para el megaproyecto, que ahora tiene un peaje destruido y suma dos sin operación.
