Mercado laboral en Estados Unidos se desacelera: ¿aumenta presión sobre la FED para bajar tasas?

La administración de Donald Trump ha presionado activamente por una rebaja más rápida de tasas.

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A comienzos de septiembre, el panorama laboral en Estados Unidos arrojó señales de enfriamiento. Durante agosto se crearon apenas 22.000 empleos, muy por debajo de las 75.000 previstos, y la tasa de desempleo escaló al 4,3 %, su nivel más alto desde octubre de 2021.

Además, junio registró una sorpresiva pérdida neta de 13.000 empleos, la primera contracción desde diciembre de 2020. En conjunto, el crecimiento promedio en los últimos tres meses apenas llegó a 29.000 nuevos puestos de trabajo, frente a los 82.000 del año anterior.

Sectores tradicionalmente robustos como manufactura, construcción y servicios federales mostraron signos de debilidad, mientras que solo salud y asistencia social aportaron ganancias marginales. Además, por primera vez desde la pandemia, el número de desempleados superó al de vacantes disponibles.

Reacción de los mercados financieros

La fragilidad del reporte laboral desató una reacción inmediata en los mercados: los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense cayeron notablemente —el del bono a 10 años cotizó cerca del 4,07 % y el de dos años alrededor del 3,49 %—, mientras que las bolsas, tras tocar máximos, cerraron a la baja por el nerviosismo ante el futuro de la política monetaria.

Los datos impulsaron la expectativa de un recorte de tasas en la próxima reunión de la FED (16 y 17 de septiembre), con probabilidades cercanas según los contratos de futuros, e incluso se abrió la puerta a un recorte más agresivo de 50 puntos básicos.

Estados Unidos
Estados Unidos. Imagen: Pexels Anna Gibbon.

La FED bajo presión

La Reserva Federal, hasta ahora prudente y enfocada en combatir una inflación persistente, ahora se ve empujada por el deterioro del mercado laboral.

De acuerdo con información de Reuters, el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, calificó la política monetaria actual como “moderadamente restrictiva”, y afirmó que “una transición hacia una postura más neutral será apropiada si continúa el enfriamiento económico y la inflación cede hacia el 2 % objetivo para 2027”.

Este giro ya era propiciado desde hace semanas tras el “Beige Book” de la FED, que describió una economía con contrataciones lentas, gasto discrecional retraído y crecimiento por debajo de lo esperado, lo que reforzó el argumento a favor de una reducción de las tasas.

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Por su parte, la administración de Donald Trump ha presionado activamente por una rebaja más rápida de tasas, incluso sugiriendo una reducción más agresiva de lo anticipado por la FED. Aun así, la independencia del banco central sigue bajo observación, justo cuando se suman tensiones sobre la credibilidad de los datos laborales.

Con la inflación aún por encima del 2 % y preocupaciones sobre una desaceleración económica, los responsables de la FED enfrentan una presión en cuanto a mantener tasas altas para frenar precios o reducirlas para evitar un deterioro aún mayor del empleo.

Según estimaciones de Bank of America, se anticipan recortes en septiembre y diciembre, apuntando a una tasa de referencia entre 3,00 % – 3,25 % hacia final de 2026.