Moody’s dio a conocer que, entre los riesgos a largo plazo que enfrentan las empresas de petróleo y gas en la actualidad, el acceso al capital y las tendencias de desinversión serán cada vez más importantes para su calidad crediticia.
Lo anterior, a medida que la transición energética reduce la demanda a largo plazo de petróleo y gas. De hecho, algunos bancos han reducido su exposición al petróleo y al gas, aunque han limitado, en gran medida, sus acciones a actividades específicas y políticamente sensibles.
De acuerdo con Moody’s, las empresas petroleras se enfrentan a otros problemas a largo plazo menos visibles, incluido un mayor riesgo de seguros y litigios, y límites en su capacidad para el cambio. La calificadora destacó que, en los próximos años, examinará cómo las empresas se adaptan al riesgo de transición energética, monitoreando las métricas clave como: costos de producción y deuda/reservas desarrolladas para ayudar a identificar las empresas más vulnerables.
El más reciente informe de Moody’s sobre el sector de petróleo y gas reveló que las respuestas a los riesgos emergentes determinarán el futuro financiero a largo plazo de la industria. Además, de que la disponibilidad de seguros para las operaciones de petróleo y gas se convertirá en un aumento de peligro a lo largo del tiempo.
Recomendado: Barclays mejora su previsión sobre los precios del petróleo para 2020
Es más, muchas aseguradoras importantes han comenzado a reducir su suscripción y exposición a la inversión en combustibles fósiles, no solamente para carbón térmico y arenas petrolíferas, sino para productores de esquisto y de alta emisión.
Así las cosas, la agencia espera que las compañías, en el oeste de Canadá, buscarán demostrar a las aseguradoras su menor intensidad de los gases de efecto invernadero y sus futuras metas de emisiones; mientras que, al mismo tiempo, intenta expandir el grupo de aseguradoras. Incluso, las empresas con mayores recursos podrían buscar autoasegurarse.
Por otro lado, el informe de Moody’s dio a conocer que los datos de producción y reserva ofrecen información valiosa sobre el riesgo de transición energética. Pues, cada vez más se hace uso de estos datos en las evaluaciones de las empresas de petróleo y gas y su posicionamiento de riesgo.
“Si bien algunas empresas pueden ajustar los costos de producción en un escenario de transición energética, existen límites en su capacidad de cambio. Valoraciones de acciones bajas para las principales reflejan, en parte, los bajos precios del petróleo, pero también el escepticismo en los mercados de valores sobre sus perspectivas a más largo plazo en medio de la transición energética”, indicó Moody’s en su informe.
La cual añadió que “dos amplias categorías de métricas parecen, particularmente, valiosos para esta evaluación a medida que la demanda de petróleo comienza a cambiar: producción y reservas, y el apalancamiento y la carga de gastos por intereses».
Recomendado: Moody’s ve precios del petróleo, en el corto plazo, hasta los US$45
Por otro lado, la agencia calificadora demostró que la mayoría de las empresas integradas y de E&P han reducido significativamente sus costos de producción en los últimos años, pero la diferencia sigue siendo alta entre los productores de mayor costo y los productores de menor costo que se encuentran principalmente en el Medio Este y Rusia.
Dado que la brecha en los costos es, en gran medida estructural, según Moody’s, parece poco probable que se produzcan ahorros de costos adicionales significativos. “Si la demanda de petróleo cae alrededor de 40 % para 2040 en el escenario de transición rápida, es valioso identificar el 40 % de costo más alto para los productores, cuyas operaciones corren el riesgo de volverse antieconómicas”, apuntó la agencia.
Finalmente, los riesgos a largo plazo menos visibles de la industria del petróleo y el gas en la actualidad incluyen un aumento riesgo de litigio. Así, de acuerdo a la información impartida por Moody’s, los cambios demográficos y la ausencia de reglamentación nacional harán de los litigios un mayor riesgo para las empresas de petróleo y gas en el futuro.
—