En su informe semanal, el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley se enfocó en Colombia tras la elección del presidente Iván Duque y los retos económicos que tendrá en su administración.
Ese informe que conocimos le recomienda al nuevo mandatario centrarse más allá de la agenda a corto plazo y abordar las barreras estructurales para el crecimiento de la Nación.
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Entre las primeras recomendaciones, la firma le dice a Duque que tendrá que trabajar para diversificar la economía más allá del petróleo, avanzando además en la agenda de infraestructura y en la reducción de la informalidad laboral que se encuentra entre los más cuestiones urgentes.
Asimismo, Morgan Stanley considera que debe mantener el marco macroprudencial actual -e incluso fortalecerlo- lo cual es, sin duda, una condición necesaria para construir la agenda a más largo plazo.
Para los analistas de la firma, mientras el presidente elegido propone una agenda favorable a las empresas, que incluye una rápida reducción de las tasas impositivas corporativas, “creemos que las restricciones fiscales pueden obstaculizar algunos de esos planes”.
Habiendo dicho eso, Morgan Stanley detalla como positiva la dinámica de crecimiento y una sólida posición en el Congreso pueden ayudar al nuevo gobierno a moverse para avanzar con la agenda de reforma estructural.
Agenda fiscal
Aunque los objetivos fiscales se suavizaron recientemente, “encontramos que reducir las tasas impositivas corporativas más allá de lo establecido por la reforma fiscal de diciembre de 2016 podría comprometer las perspectivas del ejercicio fiscal, ya que recortar los gastos y luchar contra la evasión fiscal puede que no compensen las pérdidas de ingresos en el corto y mediano plazo”.
Y agregó: “Nuestro punto de vista es que Colombia debería mantener sus políticas macro relativamente prudentes mientras hace la implementación de reformas para diversificar la capacidad productiva de la economía y reduce la informalidad laboral”.
Si bien, dijo, hay espacio para fortalecer las políticas monetarias y fiscales, mantener los objetivos y las herramientas actuales es importante para capear un problema externo más complejo para los emergentes.
Después de todo, dijo la firma, un marco de política monetaria prudente ayudó a Colombia a llevar la inflación a los niveles objetivo después de una serie de crisis exógenas, que incluyó el colapso del precio del petróleo en 2014 y el impacto del suministro de alimentos relacionado con el clima de 2016.
En el frente de la reforma estructural, el banco de inversión considera que se debe seguir avanzando en la agenda de infraestructura que es clave para diversificar la economía lejos del petróleo y reducir la informalidad laboral, que podría ser tan alto como 60% si se define como trabajadores que no contribuyen a la seguridad social.
La buena noticia, dijo, es que el impulso del crecimiento positivo debería establecer el escenario para medidas macroprudenciales y reformas estructurales para obtener apoyo político.
El crecimiento está rebotando en medio de los altos precios del petróleo, la confianza interna más fuerte y los menores costos de crédito para consumidores y negocios.
Los indicadores más recientes indican que el crecimiento está en seguimiento para lograr el pronóstico de la firma sobre una expansión del 2,5% del PIB este año. “Asumiendo que este relativamente benigno entorno se mantiene, esperamos que el crecimiento alcance el 3% en 2019”, concluyó.[/content_control][login_widget]