El economista de BNP Paribas para Latinoamérica, Luis Eduardo Peixoto cree que en Colombia existe la necesidad de una reforma fiscal, pero en el corto plazo todo parece estar bien por lo cual el país no tendría problema de cumplir la meta fiscal de 2018 y 2019.
De acuerdo con Peixoto, los objetivos fiscales actuales establecen una reducción de 1,6% al déficit del presupuesto en los próximos cuatro años “esto es algo ambicioso pero realizable”. De cumplirse estos objetivos, se reduciría el riesgo de una rebaja de la calificación soberana en el corto plazo por parte de las calificadoras internacionales.
Así mismo, el experto del BNP cree el precio del petróleo, sumado a las perspectivas optimistas de crecimiento y una elasticidad significativa más involucrada, los niveles de deuda del PIB se podrían reducir alrededor de ocho puntos porcentuales hasta 2023.
En cuanto a las reformas que debe implementar el gobierno del presidente Duque, el analista cree que la ley de financiamiento no va a ser tan estructural como se espera, pero advirtió que esta, sumada a la reforma pensional, son fundamentales para garantizar que las cuentas de los impuestos recaudados sean sostenibles a largo plazo.
Otras de las iniciativas que deben tener las reformas fiscales del Gobierno, según el banco francés, son la reducción de la tributación de las empresas, el reajuste al IVA, la reducción del gasto y la uniformidad tributaria.
Por otra parte, uno de los principales riesgos que ve Peixoto a largo plazo es la dependencia y la confianza en los ingresos provenientes del petróleo, lo cual puede afectar los planes fiscales del país dadas las posibles oscilaciones en los precios del crudo.
El análisis concluye asegurando que el país a corto plazo no presenta graves inconvenientes o amenazas pero que sí es necesario implementar, desde ya, reformas estructurales que garanticen la sostenibilidad fiscal de Colombia a mediano y largo plazo.