Laura Sarabia renunció al Ministerio de Relaciones Exteriores tras poco más de cinco meses en el cargo y asà como asumió, en medio de tensiones con Estados Unidos, también se despide bajo ese mismo clima de fricción. Mientras tanto, ya comienzan a sonar los nombres de posibles sucesoras.
Con su renuncia se abre una nueva carrera por una de las carteras más estratégicas del Ejecutivo.
Aunque durante el actual mandato la CancillerÃa habÃa mostrado estabilidad —ocupada solo por Luis Gilberto Murillo y luego por Sarabia—, el reemplazo deberá responder a la Ley 2424 de 2024, que obliga a mantener una representación femenina del 50 % en los altos cargos del Gobierno.
En ese marco, ya suenan posibles sucesoras. Una de las candidatas que suena con más fuerza para suceder a Laura Sarabia en la CancillerÃa es Angie RodrÃguez, actual directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre).
RodrÃguez es administradora pública, egresada de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), donde también cursó una especialización en gestión pública. Además, cuenta con una maestrÃa en derechos humanos, gestión de la transición y posconflicto de esa misma institución. A su formación se suma un Máster Executive Gadex en Técnicas Avanzadas de Gestión y Decisión PolÃtica, otorgado por la Universidad de Cádiz y la Asociación de Profesores de España.
Su hoja de vida refleja una carrera sólida dentro del aparato estatal, tanto a nivel distrital como nacional. Ha trabajado en entidades como el Fondo de Vigilancia y Seguridad, la SecretarÃa de Gobierno de Bogotá, Prosperidad Social, el Ministerio del Trabajo y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). También ha ocupado cargos en el Concejo de Bogotá, la ContralorÃa Distrital, el Senado de la República y, recientemente, se desempeñaba como asesora del despacho del ministro de Salud y Protección Social, funciones de las que se desvinculó al asumir la dirección del Dapre, según lo establece el decreto oficial.
Susana Muhamad entra a la carrera
Otro nombre que ha comenzado a circular es el de Susana Muhamad, exministra de Ambiente. Es politóloga de la Universidad de los Andes y cuenta con una maestrÃa en Gestión y Planificación del Desarrollo Sostenible de la Universidad de Stellenbosch, en Sudáfrica. Su formación académica ha estado siempre orientada a los temas sociales, ambientales y de desarrollo sostenible, ejes que han marcado también su trayectoria profesional y polÃtica.
Desde la cartera de Ambiente resaltó su liderazgo en la ratificación del Acuerdo de Escazú, impulsó la prohibición del fracking, promovió la justicia ambiental en territorios rurales y presidió la COP16 de Biodiversidad en Cali.
Mientras se define el relevo, el Ministerio de Relaciones Exteriores hereda problemas importantes. Por un lado, calmar las aguas con Estados Unidos, resolver quién quedará a cargo de la producción de pasaportes, continuar con la agenda migratoria regional, el cambio climático y eventos como la Celac que tiene pendiente desarrollarse en Colombia.
La CancillerÃa, un puesto no tan deseado
El 26 de enero, en plena madrugada, estalló una tormenta diplomática entre el gobierno de Gustavo Petro y el expresidente estadounidense Donald Trump. ¿La chispa? El gobierno colombiano decidió devolver un avión que transportaba migrantes deportados, muchos de ellos encadenados. Petro se negó a recibirlos en esas condiciones, argumentando que no aceptarÃa a connacionales tratados como criminales. El gesto encendió la ira de Trump y congeló temporalmente la relación bilateral.
Durante una semana, la diplomacia se paralizó y los mercados comenzaron a resentir la tensión. La incertidumbre se apoderó del ambiente hasta que, finalmente, el diálogo logró retomarse.
El encargado de desescalar el conflicto fue el entonces canciller saliente, Luis Gilberto Murillo, quien lideró las conversaciones. Sin embargo, fue Laura Sarabia quien heredó la frágil relación cuando asumió el Ministerio de Relaciones Exteriores. Su llegada coincidió con el cierre de ese impasse, pero también con el inicio de nuevas tensiones —no solo externas, sino dentro del propio gobierno— que terminarÃan por marcar su breve paso por la CancillerÃa.
El acuerdo actual, que involucra a la unión temporal en la que participa la empresa Thomas Greg & Sons, vence el 31 de agosto, y el gobierno aún no ha anunciado qué operador asumirá esta función crucial.
La falta de una definición llevó al presidente Petro a nombrar al recién llegado jefe del despacho, Alfredo Saade, a tomar las riendas del proceso, un gesto interpretado como una señal de pérdida de confianza en la CancillerÃa.
Esa decisión marcó un punto de no retorno y precipitó la salida de Sarabia del gabinete.