La gestión y retención de talento en las compañías, así como los riesgos operacionales son actualmente las mayores preocupaciones de los empresarios en la región; y en geografías como Colombia, factores políticos y financieros también están en el referente de los empresarios.
Así lo reveló el tercer Estudio de Riesgos Empresariales Latinoamericanos desarrollado por Marsh, el corredor de seguros y asesor de riesgos e Ipsos, la firma de investigación de mercados.
Luego de tres meses de recopilación de información de 250 empresas encuestadas – de entre 50 y 250 empleados y con un rango de ingresos al año de US$10 millones y US$250 millones- la investigación determinó que aún hay un porcentaje importante de empresas que no se están preparando para los desafíos
“Hay un terreno común y es que el 62 % de las empresas están listas para enfrentar una crisis similar a las que han vivido, pero no están listas para enfrentar una nueva”, afirmó José Ramón Ojeda, líder corporate Marsh para Latinoamérica y el Caribe.
En el caso colombiano, hay una tendencia hacia los temores por los riesgos políticos y regulatorios, los cuales encabezan las preocupaciones empresariales, con el 43 % de las menciones, seguidos de los riesgos financieros, con el 41 %, según destaca Miguel Barros, líder del segmento corporativo de Marsh Colombia.
Barros advierte que esta percepción de inestabilidad y presión económica “genera una alerta significativa, ya que podría impactar la contratación de seguros, dejando a las empresas más expuestas en un momento de alta incertidumbre”.
A nivel regional, el panorama varía. En Brasil, los riesgos financieros son los más relevantes (53 %); en México, los accidentes laborales (47 %); en Chile, los riesgos políticos y regulatorios (58 %); y en Perú, la corrupción se consolida como la principal amenaza.
El informe también resalta la preocupación de las empresas colombianas frente a la seguridad, la inestabilidad regulatoria y los retos laborales. No obstante, Ojeda señala que el análisis “detecta un optimismo moderado”, lo que sugiere que las compañías, pese a los retos, confían en su resiliencia y capacidad de adaptación.
En Colombia, tres preocupaciones internas sobresalen con igual peso (48 %): mantener los costos bajos, retener talento especializado y sostener los ingresos del negocio. Esto, dice el estudio, refleja la presión por mantener la rentabilidad y competitividad en medio de la incertidumbre.
La gestión de personal aparece como un riesgo clave, tanto en la región (46 %) como en Colombia (53 %). Los desafíos más críticos incluyen los accidentes laborales, la escasez de talento calificado y las dificultades para atraer y retener personal.
¿Cómo está la región?
Al analizar América Latina en su conjunto, el informe identificó que los temas laborales (73 %), cambios políticos y regulatorios (68 %), y riesgos financieros o económicos (67 %); así como seguridad física (45 %) y seguridad de la información (36 %) son los puntos de mayor preocupación para quienes dirigen las compañías.

“La escasez tanto del talento humano y del recurso económico se miden en un escenario de lo que se controla y lo que no. Asimismo, hay riesgos que no se perciben”, agregó Ojeda.
Frente a las acciones adelantadas para enfrentar los riesgos, el estudio de Marsh e Ipsos destaca que, aunque seis de cada diez empresas en la región (62 %) se consideran preparadas para enfrentar los riesgos identificados, las diferencias por país son significativas y es que, por ejemplo, Brasil lidera con un 79 %, mientras que en Colombia solo el 44 % de las organizaciones se siente lista para afrontar el entorno actual.
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Al responder sobre los motivos para no adoptar medidas de combate frente a los desafíos, los empresarios contestaron que tienen confianza en sistemas internos existentes (51 %) y que nuevas adecuaciones también traen consigo mayores costos asociados (35%).
En términos generales, el estudio apunta a que las empresas latinoamericanas reconocen la gravedad del entorno de riesgo, persiste una brecha entre la percepción y la acción. “La continuidad del negocio sigue siendo el motor de la mitigación, pero las barreras de costos y la confianza en estructuras actuales limitan la evolución hacia una resiliencia proactiva”, se lee en la investigación.
El estudio concluye que la gestión del riesgo no solo es una prioridad, sino un factor determinante para la sostenibilidad y competitividad empresarial en la región.




