La Procuraduría General de la Nación realizó una visita administrativa a las instalaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores en medio de la controversia por el nuevo modelo de expedición de pasaportes que impulsa el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Según informó la propia Cancillería en un comunicado de prensa, la inspección fue solicitada de forma oficial por la saliente ministra Laura Sarabia el pasado 5 de marzo de 2025, con el objetivo de “garantizar la transparencia, legalidad y correcta ejecución del proceso” de transición.
Durante la visita, la Cancillería reconoció ante la Procuraduría que la Imprenta Nacional no está en capacidad técnica ni operativa para asumir la expedición de pasaportes a partir del 1 de septiembre, como lo ha planteado el Gobierno. Sarabia dijo: “No está lista y necesita un tiempo de transición”.
Una renuncia marcada por desacuerdos
Laura Sarabia, quien recientemente presentó su renuncia al cargo, aseguró que uno de los motivos centrales de su salida fue precisamente su desacuerdo con la forma en que se ha manejado este cambio de modelo, que implica quitarle el contrato a la empresa Thomas Greg & Sons para entregárselo a la Imprenta Nacional.
“Se han tomado decisiones que no comparto”, declaró Sarabia, al tiempo que aclaró que el presidente Petro nunca le pidió actuar fuera de la ley, pero que, ante una diferencia profunda entre un ministro y el jefe de Estado, “es el ministro quien debe hacerse a un lado”.
Acusaciones contra Alfredo Saade
Uno de los puntos más delicados que reveló Sarabia fue la interferencia de Alfredo Saade, actual jefe de despacho de la Presidencia, en la operación del proceso. Según lo dicho por Sarabia, Saade habría dado la orden de demorar la asignación de citas para pasaportes con el fin de hacer rendir el inventario actual.
“Mi equipo me informó que el señor Saade les ordenó demorar la asignación de citas para ‘hacer rendir’ el stock de pasaportes que queda. Cuando le pregunté por qué se había atrevido a dar tal instrucción, me contestó que demorarle las citas a la gente no tenía problema y que así el stock alcanzaba para más tiempo”, relató Sarabia.
Además, criticó que Saade se haya “autoproclamado líder y vocero del tema de pasaportes”, pese a que esa responsabilidad recae exclusivamente en la Cancillería. Según sus palabras, su intervención ha “dinamitado” los esfuerzos institucionales para garantizar la continuidad del proceso sin afectar a los ciudadanos.
Con la renuncia de Sarabia, la responsabilidad del proceso recae ahora en Alfredo Saade, quien aseguró que se trata de una decisión ya anunciada por el presidente y que busca cumplir con un compromiso. No obstante, la Procuraduría y varios sectores han advertido sobre los riesgos de improvisación y los impactos directos en el servicio al ciudadano si no se garantiza la transición de forma adecuada.
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