Prodesa llega a Antioquia con «Bosques de Copacabana», un ambicioso proyecto de ciudad abierta junto a Comfama y Oktu

Este macroproyecto contará con cuatro manzanas donde Prodesa desarrollará el proyecto Almendros conformado por 808 viviendas VIS. 

Compártelo en:

Prodesa, constructora con más de tres décadas de experiencia en el desarrollo de proyectos inmobiliarios en Colombia, marca un nuevo hito con su llegada al departamento de Antioquia. Lo hace de la mano de Comfama, la Caja de Compensación Familiar de Antioquia, y en alianza con Oktu, una empresa local administradora de bienes. Juntos lanzan Bosques de Copacabana, un macroproyecto de vivienda que no solo transforma el paisaje del norte del Valle de Aburrá, sino que también redefine la manera de habitar y compartir el espacio público.

Este macroproyecto, ubicado estratégicamente en el municipio de Copacabana, al costado oriental del Río Medellín y la autopista Norte, contará con cuatro manzanas donde Prodesa desarrollará el proyecto Almendros conformado por 808 viviendas VIS. 

Almendros se fundamenta en un concepto visionario: el de ciudad abierta. Esta filosofía urbanística promueve un entorno accesible, en el que tanto los residentes como la comunidad en general pueden disfrutar de amplias zonas verdes, integrándose con el entorno natural y fomentando la vida en comunidad. Así, la vivienda no se concibe únicamente como un espacio privado, sino como una oportunidad para fortalecer la cohesión social y recuperar el tejido urbano desde la inclusión.

Rodrigo Sarmiento, gerente técnico de Prodesa, contó a Valora Analitik algunos detalles estratégicos del proyecto:

«Bosques de Copacabana» será una propuesta de alto impacto en el segmento de vivienda de interés social (VIS), con una oferta de 808 unidades VIS y 1.100 unidades NO VIS. Además, el proyecto contará con 800 metros cuadrados de zonas comerciales, creando una micro centralidad que potencia la economía local y brinda comodidad a sus habitantes. Está planificado para iniciar entregas y procesos de escrituración en el año 2028, marcando un compromiso a largo plazo con el desarrollo ordenado y sostenible del territorio.

Para Rodrigo Sarmiento este proyecto representa una oportunidad transformadora: “Creemos que los macroproyectos son fundamentales para ofrecer soluciones de vivienda con impacto social y ambiental. Elegimos esta zona por su riqueza natural y su excelente conectividad. Aquí podemos construir un espacio habitable que también aporte al desarrollo sostenible y al bienestar de la comunidad”.

Por su lado, desde Comfama, el enfoque va más allá de la infraestructura. La organización enfatiza la importancia de crear entornos que permitan a las familias tejer vínculos y construir comunidad. “Hemos encontrado una manera diferenciadora de acompañar a las familias en el acceso a vivienda. No se trata solo de entregar un inmueble, sino de ofrecer un hábitat de calidad, conectado con el entorno y con las personas que lo habitan”, asegura la entidad.

Uno de los pilares centrales del proyecto Almendros es la sostenibilidad ya que incorpora múltiples estrategias de construcción responsable. Desde el diseño bioclimático que aprovecha la ventilación natural y reduce el consumo energético, hasta el uso de materiales con aislamiento térmico en fachadas, cubiertas y ventanas que favorecen el confort de los hogares y la utilización de paneles solares para zonas comunes.

La visión sostenible no solo se traduce en eficiencia energética, sino también en una profunda responsabilidad social. El proyecto incluirá programas educativos dirigidos a sus residentes sobre temas como compostaje, reciclaje y prácticas cotidianas para una vida más consciente con el medioambiente. También se priorizará el uso de mano de obra y materiales locales, lo que no solo reduce la huella de carbono generada por el transporte, sino que también dinamiza la economía regional.

Con Bosques de Copacabana, Prodesa, Comfama y Oktu apuestan por un nuevo modelo de desarrollo urbano. Cada espacio está pensado para generar armonía, fomentar el sentido de pertenencia y abrir caminos hacia un futuro más prometedor para las familias antioqueñas. Así, esta alianza es un reflejo de cómo el trabajo conjunto entre el sector privado y las cajas de compensación puede crear ciudades más humanas, más verdes y profundamente conectadas con quienes las habitan.