La reforma eléctrica propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en septiembre de 2021, se hundió en la Cámara con 275 votos a favor y 222 en contra, sin alcanzar la mayoría calificada. Lea más en noticias económicas internacionales.
Es de anotar que pese a contar con la mayoría de los votos, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados no lograron la puntuación necesaria, pues se necesitaban 57 votos de la oposición para completar el umbral de 334 votos para su aprobación.
La reforma en mención reservaba al menos el 54% de la producción de energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), frente el 38% que maneja en la actualidad y el 62% que en este momento controlan entre privados y extranjeros.
En resumidas cuentas, la reforma buscaba que la CFE se convirtiera en el organismo del Estado que estuviera a cargo de toda el área estratégica de la electricidad, su planeación y control. También le brindaba autonomía en sus funciones y administración. Contemplaba cambios en los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de México.
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El 46% restante, que, de ser aprobada la reforma, habría quedado a cargo de la iniciativa privada, indicaba que las compañías solo podían vender su producción a la CFE. Del mismo modo, planteaba que se debían cancelar todos los permisos concedidos para la generación eléctrica y los contratos otorgados para la compraventa de electricidad, esto con el objetivo de que se instrumentara el nuevo sistema eléctrico que planteaba AMLO.
La reacción del presidente mexicano frente a lo sucedido no se hizo esperar. En el marco de su habitual conferencia matutina, este lunes AMLO acusó a la oposición de ser “defensores” de las compañías extranjeras, además de ser unos “vendepatria”
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Así lo indicó el mandatario de izquierda: «El día de ayer se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores que, en vez de defender los intereses del pueblo, de la Nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras«.
«Que no digan los vendepatria que la reforma afectaba, no argumentaron nada en contra», agregó.
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Desde que fue radicada en 2021, la iniciativa fue ampliamente rechazada por los partidos opositores de AMLO, así como también por parte de los gobiernos y las compañías de Canadá y Estados Unidos, socios de México por el tratado comercial T-MEC, y otras empresas de España. Todos alertaban sobre las consecuencias que tenía su aprobación para la inversión extranjera en territorio mexicano.
