- Este es un contenido de la alianza editorial entre la fintech Kapital Colombia y Valora Analitik para los emprendedores que se arriesgan a tomar decisiones
Las proyecciones sobre la nueva reforma laboral aprobada este año, y sus impactos en la operación de las pymes, plantean retos importantes. Según Jaime Cabal, presidente de Fenalco, el aumento en los costos laborales puede llegar a ser del 34 %.
En un paÃs como Colombia, en el que el 99 % del tejido empresarial lo conforman micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), un incremento en los salarios puede perjudicar significativamente las tasas de ocupación nacional y la estabilidad financiera de las empresas.
De acuerdo con el Banco de la República, en su informe Reportes del Mercado laboral, los ajustes de los costos salariales recortarÃan 454.000 empleos formales en los próximos tres a cuatro años.
Esta posible reducción de la fuerza laboral impactarÃa la operación y el flujo de caja de las mipymes, las mayores generadoras de empleo en el paÃs. De igual manera, y según el mismo informe, podrÃa ocasionar un aumento de 2 puntos porcentuales del trabajo informal, que se ubica en el 52,3 % a cierre de junio de este año.
Nueva realidad financiera para las mipymes con la reforma laboral:
Según datos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a mayo del 2025, de los 23,6 millones de ocupados; 17,8 millones trabajan en mipymes (14,6 en micro, 2,4 en pequeñas y 0,8 en medianas empresas). Las grandes corporaciones tienen 5,6 millones de empleados.
Dada esta alta concentración de empleo, cualquier medida que incremente los costos operativos en estas empresas, tendrá un efecto multiplicador en la economÃa nacional.
La más reciente encuesta realizada por Fenalco señala que ante el panorama de la nueva reforma, el 35 % de las empresas encuestadas está dispuesta a reducir la planta laboral y congelar las contrataciones en este semestre del año.
Actualmente, un empleado que gane el salario mÃnimo con prestaciones sociales le cuesta a una empresa $2,18 millones al mes. Con los nuevos ajustes, pasarÃa a los $2,4 millones mensuales, representando un aumento entre el 11 % y 13 %.
Para sectores como hoteles, restaurantes, comercios minoristas, empresas de vigilancia o salud, los sobrecostos pueden ser mayores, ya que, por sus modelos de negocio, presentan horarios extendidos, jornadas nocturnas y servicios de atención los fines de semana.
Un futuro que exige adaptación
Aunque la nueva ley contempla algunas medidas para fortalecer a las pymes como el acceso a subsidios por formalización laboral y beneficios por creación de nuevos empleos (CREA), con un estÃmulo mensual del 25 % de un salario mÃnimo por cada puesto de trabajo, aún no hay claridad en el desarrollo de la implementación de estas iniciativas.
Por lo pronto, las pymes pueden prepararse optimizando sus procesos internos y generando una disciplina financiera que les permita sortear de una mejor manera este periodo de transición.
Para Kapital Colombia, fintech especializada en servicios para pymes, la clave está en transformar el desafÃo regulatorio en una oportunidad de modernización empresarial.
Estrategias para preservar la liquidez con la reforma laboral
- Automatización de procesos: implementar herramientas de gestión, contabilidad e inventarios puede suponer una gran inversión inicial. Sin embargo, pueden ayudar a reducir la carga operativa y a mejorar la productividad.
- Optimización de costos fijos: en la mayorÃa de las empresas los costos fijos como arriendo, servicios y salarios representan el grueso de los gastos operativos. La recomendación es renegociar contratos de arrendamiento, buscar espacios de coworking o implementar modelos hÃbridos de trabajo. De esta manera, se pueden recortar los gastos.
- Acceso a financiamiento: los préstamos son otra alternativa para mantener la liquidez. Opciones como los créditos para pago a proveedores permiten recibir descuentos por pronto pago o soluciones de factoring ayudan a mantener el flujo de caja estable.
La reforma laboral ya entró en vigencia y los costos laborales son inevitables. La diferencia estará entre las empresas que se adapten y logren mantener su liquidez y aquellas que no puedan ajustarse al nuevo marco normativo.