Otra etapa legislativa llegó a su fin para el Gobierno Petro, y con ella se cerró una oportunidad clave para avanzar en sus proyectos de ley. Sin embargo, el próximo 20 de julio se abrirá una nueva ventana para presentar reformas y cambios que el Ejecutivo quiera impulsar.
De acuerdo con un informe de la firma Seguimiento & Estrategia, aunque se presentó un alto volumen de iniciativas —644 en Cámara y 492 en Senado—, los índices de aprobación fueron bajos, reflejando las dificultades del Ejecutivo para consolidar su agenda en un Congreso fragmentado y con miras a las elecciones de 2026.
Entre los principales logros del Gobierno está la aprobación de la reforma laboral, que revivió tras una apelación y aunque tuvo cambios en la Comisión IV del Senado, acogió los principales cambios que quería el presidente Gustavo Petro.
Por otro lado, la reforma pensional tuvo un impasse, la Corte Constitucional decidió devolverla a la Cámara de Representantes para corregir un error de trámite.
Y aunque el fallo del alto tribunal frenó la entrada de vigencia, la Cámara aprobó la proposición que subsana el trámite con una votación de 104 votos por el Sí, 9 votos por el No. Ahora volverá a la Corte Constitucional para su veredicto final.
En cuanto a la reforma a la salud, superó sus dos primeros debates en Cámara, pero aún debe ser discutida en la Comisión Séptima del Senado, considerada una de las que mayor desafío presenta para el oficialismo.
Lo que se cayó y quedó pausado
En contraste, el Gobierno sufrió fracasos significativos, como el rechazo del Presupuesto General de la Nación, la caída de la Ley de Financiamiento y el archivo de la reforma política, además de varios proyectos que no lograron mayor eco, como la ley de inteligencia artificial, la reforma al sistema penal juvenil o la actualización de la infraestructura ferroviaria.
El informe destaca también las tensiones entre el Ejecutivo y el Congreso, especialmente con el Senado, lo que se reflejó en enfrentamientos mediáticos entre el presidente Petro y el presidente del Senado, y en el rechazo de dos consultas populares.
Pese a esto, el estudio concluye que el sistema de pesos y contrapesos funcionó: se aprobaron tres reformas clave, se rechazaron otras de igual importancia, y se dejó un número significativo de proyectos pendientes.
En cuanto al sector ambiental y minero-energético, el Congreso no logró consolidarse como el promotor de la transición energética que se proyectaba en 2022. aunque se aprobaron leyes como la de humedales y la de integridad biológica, temas como el fracking, la creación de Ecominerales y el proyecto agua para La Guajira fueron archivados.
En innovación y tecnología, el avance más relevante fue la aprobación del proyecto que penaliza la suplantación con IA, mientras que el marco regulatorio integral para esta tecnología, promovido por el Gobierno, nunca fue debatido. En el sector financiero, las propuestas para reducir costos a los usuarios generan tensión con los bancos, que advierten sobre riesgos para la seguridad y la sostenibilidad del sistema.
Con la apertura de una nueva legislatura el próximo 20 de julio, el Gobierno tendrá una nueva oportunidad para retomar sus reformas pendientes y buscar consensos en un Congreso.