Una de las principales obligaciones de quienes residen en conjuntos residenciales es el pago puntual de la cuota de administración. Aunque muchos cumplen con esta responsabilidad, son pocos los que conocen con claridad en qué se invierten los recursos recaudados a través de este aporte.
Frente a esta situación, una encuesta dirigida a residentes de distintas copropiedades en Colombia evidenció los desafíos persistentes en la gestión comunitaria, en particular en lo relacionado con la transparencia financiera y la circulación de información relevante.
El estudio, realizado por Properix —plataforma digital que centraliza y automatiza procesos administrativos en conjuntos residenciales— reveló que, aunque una proporción significativa de los encuestados es propietaria o participa activamente en los consejos de administración, la mayoría afirma no contar con acceso regular a información clara sobre el uso de los recursos comunes, especialmente en lo que respecta al destino de las cuotas de administración.
En total, fueron encuestadas 109 personas, lo que permitió identificar una percepción generalizada de opacidad en el manejo de los fondos compartidos. Más de la mitad de los participantes indicó que solo conoce el valor mensual que debe pagar, sin detalles sobre los criterios utilizados para calcular la cuota ni sobre los conceptos en los que se invierte. Apenas tres de cada diez afirmaron recibir un informe mensual completo.
La escasa disponibilidad de información contribuye a una percepción ambigua sobre la planificación presupuestaria. Mientras algunos residentes manifiestan confianza en la gestión administrativa, otros consideran prioritario fortalecer los mecanismos de comunicación y rendición de cuentas.
¿Qué otras confusiones tienen los residentes de los conjuntos residenciales?
Otro aspecto que genera confusión entre los residentes es el acceso al reglamento interno, documento esencial para garantizar decisiones informadas y velar por el cumplimiento de los procedimientos establecidos. Un número importante de encuestados reconoció no haber recibido nunca el reglamento o considerarlo poco claro.
En cuanto a la comunicación de los resultados de dichas reuniones, las opiniones son diversas. Mientras un tercio de los encuestados considera que la información recibida es adecuada, aunque mejorable, otro grupo similar la califica como deficiente. Un número menor reporta una experiencia positiva, aunque también se registraron casos en los que no se recibe ninguna notificación posterior.
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Los canales utilizados para la difusión de información también son variados, lo que pone en evidencia la falta de un sistema unificado. Entre los medios empleados se encuentran aplicaciones móviles, correos electrónicos, grupos de mensajería instantánea y tableros físicos. Sin embargo, esta diversidad no siempre se traduce en una comunicación efectiva.
Daniel Laverde, vocero de Properix, subrayó la importancia de contar con herramientas tecnológicas que permitan centralizar la información y automatizar las comunicaciones. En sus palabras, “la transparencia no solo fortalece la confianza, sino que estimula la participación y el sentido de pertenencia en las comunidades residenciales”.