La reciente recuperación de los precios de los productos básicos, junto con una reforma fiscal, ha apuntalado las cuentas fiscales de Colombia, pero no sin un costo porque el crecimiento del PIB ha sido lento y la recuperación probablemente solo será gradual, dijo la agencia calificadora S&P Global Ratings en un nuevo informe sobre mercados emergentes.
Esto último también se debe a un cierto grado de incertidumbre política que pesa sobre la confianza empresarial, dijo.
Las corporaciones han estado luchando a través de condiciones económicas suaves, mientras que el apalancamiento del sector es alto y la dependencia del financiamiento externo ha aumentado en los últimos años.
En el lado positivo, la rentabilidad sigue siendo satisfactoria. Dijo la agencia que la recuperación económica gradual debería permitir a los bancos estabilizar sus operaciones siguiendo los desequilibrios económicos a través de la rápida expansión del crédito en los últimos años.
El enfriamiento de la economía fue útil para los bancos, pero aún son vulnerables, advirtió la firma.
Esto se debe a que aprovecharon las condiciones favorables de financiamiento externo para expandirse en el extranjero, aumentando su deuda externa y debilitando sus índices de capitalización.
Las tasas más acomodaticias de la Reserva Federal en el futuro podrían ayudar a las corporaciones y bancos de Colombia.
Este es el mapa de riesgos que ve S&P para Colombia, resaltando el contexto externo y el lado fiscal:
Tasas de la Fed para emergentes
La postura más moderada de la Fed apoyará los flujos de capital hacia los mercados emergentes, aliviará las condiciones financieras y aliviará la presión sobre las monedas dijo S&P.
Sin embargo, declaró que los riesgos se ciernen después de que la frágil tregua entre Estados Unidos y China ahora está cayendo y las tensiones comerciales están aumentando de nuevo. Además, las condiciones macroeconómicas se están debilitando en las principales economías de mercados emergentes.
“Los riesgos prevalecen y no deben subestimarse. La amenaza de medidas proteccionistas estadounidenses intensificadas, datos económicos más débiles en los países desarrollados y tensiones geopolíticas pesan sobre las perspectivas de crecimiento en las economías de mercados emergentes”, agregó el reporte.
Las condiciones de financiamiento se han aliviado por ahora, gracias a la respuesta de la Fed y del Banco Central Europeo (BCE) a un debilitamiento de las perspectivas de crecimiento e inflación, y ambos bancos centrales están preparados para seguir siendo muy complacientes este año y el próximo. Sin embargo, el apetito de los inversores por el riesgo de los mercados emergentes depende cada vez más de una mayor relajación monetaria, según la agencia.
Las condiciones macroeconómicas siguen siendo débiles y las perspectivas se han debilitado en las principales economías de mercados emergentes, agregó, para decir luego que los riesgos externos e internos persisten, y algunos de los riesgos para el crecimiento que hemos identificado previamente han comenzado a migrar a nuestra línea de base.
En general, S&P dijo que sigue siendo positivo sobre los fundamentos soberanos de los mercados emergentes, aunque dentro de una clase de activos tan amplia, hay muchos altibajos.
Sobre los riesgos dijo que las tensiones comerciales, un crecimiento económico mundial más lento y la volatilidad de los precios de los productos básicos podrían socavar las ganancias de las empresas. La incertidumbre de las políticas externas, y en algunos casos domésticas, pesa sobre la confianza y la inversión.
Concluyó que “la volatilidad podría resurgir y agriar las condiciones financieras para los bancos en los mercados emergentes, a medida que aumenta el comercio, el crecimiento del PIB y los riesgos políticos. Los riesgos geopolíticos han aumentado y las sanciones económicas continúan perjudicando a varios sectores bancarios y limitando su acceso a los mercados externos de capital”.
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