Sale el superintendente de Salud, Giovanni Rubiano, en medio del pulso por la reforma de salud

La salida del superintendente de Salud coincide con el intento del Gobierno Petro de reanimar una reforma que lleva meses estancada en el Congreso.

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Giovanni Rubiano dejará la Superintendencia Nacional de Salud, cargo que ocupaba desde noviembre de 2024, tras ser declarado insubsistente por el Gobierno Nacional.

Según confirmó La W Radio, la salida de Rubiano se da luego de que se le solicitara la renuncia y este se negara a presentarla, a la espera de una reunión con el presidente Gustavo Petro. La decisión habría sido adoptada en las últimas horas.

Rubiano habría dicho a sus allegados que su retiro responde a “motivos políticos”, en medio de los ajustes que busca el Ejecutivo para asegurar los votos de la reforma a la salud, actualmente en debate en la Comisión Séptima del Senado.

Sin embargo, otras fuentes del Ministerio de Salud indicaron que la decisión tendría más relación con las dudas sobre su gestión, en especial frente a los procesos de intervención a las EPS y el manejo administrativo de la entidad.

Por otro lado, el funcionario estaba citado a un debate de control político en el Congreso, pero se excusó una hora después de iniciado el encuentro, alegando una cita odontológica. Su ausencia generó malestar entre los congresistas y acrecentó las versiones sobre su inminente salida.

La salida del superintendente de Salud, Giovanni Rubiano, ocurre en un momento crítico para el Gobierno de Gustavo Petro, que intenta revivir su reforma a la salud.

reformas del gobierno Petro
Discusión de reformas del Gobierno Petro. Foto: Cámara de Representantes.

El proyecto, considerado uno de los ejes del programa de gobierno, enfrenta completa cinco meses sin discutirse, el bloque de oposición insiste en que la iniciativa es financieramente inviable, mientras el Ejecutivo defiende su modelo como una apuesta por la universalidad y el control público del sistema.

Las tensiones giran principalmente en torno a la viabilidad fiscal y al modelo de gestión. Persisten dudas sobre cómo se financiaría la ampliación de la cobertura y si el sistema soportaría los costos de una transición hacia un esquema más estatal.

En el plano político, los partidos de oposición acusan al Gobierno de “presentar falacias” y advierten que el texto “estatiza el sistema”. En respuesta, los ponentes del Ejecutivo rechazan esa narrativa, mientras que colectividades como el Partido Conservador ya anticipan un pulso duro en la Comisión Séptima del Senado, donde buscan archivar el proyecto.

Ante el estancamiento, el ministro del Interior, Armando Benedetti, reveló que dos partidos estarían dispuestos a promover una consulta popular sobre la reforma, una salida que podría reactivar el debate y romper el “bloqueo institucional” que denuncia el Gobierno.

“Llevamos cinco meses y solo se ha debatido una vez. Eso es una forma de dilatar”, afirmó Benedetti en entrevista con Caracol Radio. Aunque aclaró que la propuesta “no es iniciativa del Gobierno”, dejó abierta la posibilidad de que el Ejecutivo respalde el mecanismo si “el pueblo quiere pronunciarse”.

El ministro insistió en que una eventual consulta no reemplazaría al Congreso, sino que buscaría presionar una decisión política sobre un tema que, según él, “afecta directamente a los colombianos”. Una estrategia similar se usó en la pasada legislatura con la reforma laboral, que logró revivir tras una apelación presentada por el senador Fabián Díaz (Alianza Verde).