Con precios hasta un 50 % más bajos que en Bogotá, Santander emerge como nuevo destino de inversión inmobiliaria

Bucaramanga y municipios como Barichara y San Gil consolidan a Santander como un destino estratégico para inversionistas inmobiliarios.

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En Colombia, cuando se habla de inversión inmobiliaria, los nombres que suelen venir a la mente son Bogotá, Medellín, Cali o Barranquilla. Sin embargo, un nuevo jugador comienza a ganar protagonismo en el mapa: Santander. Con Bucaramanga y municipios como Barichara, San Gil, Floridablanca o la Mesa de los Santos, el departamento se empieza a consolidar como uno de los territorios más atractivos para quienes buscan rentabilidad, calidad de vida y oportunidades de valorización.

Santander entra en el mapa de la inversión inmobiliaria en Colombia

De acuerdo con un análisis de la Inmobiliaria Esteban Ríos, que celebra 85 años de trayectoria en la región, el valor del metro cuadrado en Bucaramanga se mantiene entre los más bajos frente a las principales capitales del país. Los precios oscilan entre $2.265.500 en estrato 1 y $8.160.335 en estrato 6.

En contraste, Medellín y Bogotá se ubican como las ciudades más costosas en este indicador. Medellín lidera con precios elevados en todos los estratos, desde $5,4 millones hasta $13,1 millones por m², mientras que Bogotá concentra sus mayores diferencias en los estratos altos, con cifras que superan los $12 millones por m². En el caso de Cali, el valor se encuentra en un rango que va desde $4,1 millones en estrato 1 hasta $7,7 millones en estrato 6.

Turismo y rentas cortas impulsan la valorización

Esta diferencia abre la puerta a inversionistas que ven en Santander un mercado accesible, con espacio para crecer y con posibilidades de valorización sostenida. Zonas campestres como la Mesa de los Santos reportan incrementos anuales entre el 10 % y el 15 %, impulsados por el turismo y la mejora de la infraestructura vial.

Karina Tatiana Reyes, expresidenta de la Junta de Fedelonjas y gerente general de la Inmobiliaria Esteban Ríos, afirma que el turismo ha sido el gran catalizador de este auge. Lugares como el Cañón del Chicamocha, Barichara y San Gil, capital del turismo de aventura, atraen visitantes nacionales e internacionales, lo que ha disparado la demanda de hospedajes rurales y viviendas para alquiler vacacional.

Asimismo, según datos de AirROI, plataforma que analiza la industria de rentas cortas y vacacionales, Barichara alcanza ingresos mensuales promedio de 454 dólares, con tarifas diarias cercanas a 100 dólares. Bucaramanga y Floridablanca, por su parte, presentan niveles de ocupación del 38,8 % y 40,1 % respectivamente, posicionándose como mercados sólidos para rentas cortas.

“Santander ofrece un equilibrio único entre naturaleza, modernidad y calidad de vida. La región está demostrando que puede competir de frente con las principales capitales del país en atracción de inversión inmobiliaria”, afirma Reyes.

Floridablanca y Bucaramanga muestran tasas de ocupación sólidas en el negocio de rentas vacacionales. Foto: Freepik.
Floridablanca y Bucaramanga muestran tasas de ocupación sólidas en el negocio de rentas vacacionales. Foto: Freepik.

Confianza y trayectoria inmobiliaria en Santander

El impulso de esta industria y su promoción como eje de inversión, tanto nacional como internacional, también responde al trabajo de más de ocho décadas de Esteban Ríos, inmobiliaria fundada en Bucaramanga que hoy administra 3.900 contratos vigentes y atiende a más de 12.000 clientes activos.

Reconocida en dos ocasiones con el premio FIABCI, otorgado por la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias como la mejor inmobiliaria del país, la compañía ha sido pionera en prácticas como el pago puntual a propietarios bajo la política “pague o no el inquilino”, un sello de confianza que durante décadas marcó diferencia en la región.

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“Nuestro mayor legado es la confianza. Administrar la vivienda de una familia o el patrimonio de una empresa implica un compromiso que va más allá del negocio. Santander ha crecido, y con él, nuestra responsabilidad de acompañar a los inversionistas con cercanía, transparencia y modernidad”, añade Reyes.

Santander se proyecta como un destino atractivo para invertir, no solo por el crecimiento del turismo y las rentas cortas y vacacionales, sino también porque se ha consolidado como un lugar idóneo para quienes buscan un entorno más tranquilo para vivir o disfrutar de su jubilación. Adquirir un inmueble en la región es, por tanto, apostar por un estilo de vida y por un mercado que cada día gana más fuerza y consolidación.