Entrevista | Unión Europea seguirá invirtiendo en Colombia, pero resalta importancia de ‘entorno regulatorio estable’

El funcionario destacó el avance de Colombia en la implementación del Pacto Verde Europeo

La relación comercial entre la Unión Europea y Colombia viene avanzando a un ritmo importante en los últimos años con más 27.000 millones de inversión reciente.

En entrevista con Valora Analitik, Gilles Bertrand, el embajador de la Unión Europea en Colombia, habló sobre las oportunidades que tiene el país para seguir aumentando el comercio con los miembros del bloque y sobre cuáles están siendo los focos de trabajo en la actualidad.

¿Cómo va la relación comercial entre Colombia y la Unión Europea?

En 2023, el stock de inversión directa de la Unión Europea superó los 27.000 millones de euros.

Desde la Unión Europea queremos seguir profundizando esta presencia y contamos con el Global Gateway que es nuestra estrategia de inversión exterior para lograr alianzas sostenibles que permitan la transición verde y digital. Colombia es uno de los países prioritarios en esa iniciativa y estamos avanzando ya en proyectos concretos de conectividad digital rural, de movilidad limpia, de transición energética, de finanzas verdes.

Sin embargo, para que estas oportunidades se materialicen es crucial que existan condiciones propicias. Necesitamos un entorno regulatorio estable, propicio y transparente, reglas del juego claras, que promuevan la competencia y eliminen las barreras discriminatorias. Necesitamos articulación institucional para llevar a cabo las reformas que harán posible una transformación productiva con equidad.

¿Cuáles son los sectores más destacados en esa relación comercial?

La cooperación comercial entre la Unión Europea y Colombia es muy dinámica y ha ido cambiando a lo largo de los ahora 12 años de aplicación del acuerdo comercial.

Si uno mira 15 años atrás, la mayoría de los productos que se importaban desde Colombia hacia la Unión Europea eran minero-energéticos. En el presente -y dejando un poco de lado el paréntesis desafortunado de la guerra en Ucrania que nos ha obligado a volver a importar carbón, en particular desde Colombia– los productos agrícolas de alta calidad han tomado más importancia.

Creemos que el reglamento de deforestación de la Unión Europea ofrece también a los campesinos colombianos la oportunidad de exportar a Europa productos no solo de alta calidad, sino también libres de deforestación comprobada. Creemos que esto puede ser una ventaja comercial para el café, para el cacao, para varios otros productos que Colombia exporta los países del bloque.

¿Qué piensan que hace falta en adelante en temas de comercio?

Mirando hacia el futuro, para nosotros sería muy importante también que la parte de los productos manufacturados fuera aumentando, es decir, importar más y más productos industriales y transformados desde Colombia hacia la Unión Europea para los próximos cinco o 10 años.

¿Cómo avanza Colombia en la implementación de Pacto Verde Europeo?

Colombia tiene objetivos que son objetivos comunes con La Unión Europea, metas de descarbonización que son exactamente las mismas que las nuestras, una apuesta muy fuerte en temas ambientales y también un liderazgo reconocido en esos temas.

Por ejemplo, a través del trabajo que se hizo en la COP 16 de biodiversidad en Cali de lucha contra la deforestación, Colombia es un socio natural para demostrar precisamente que es posible tener un comercio verde y sostenible.

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Es posible trabajar juntos países productores, países importadores en esos en los temas de del Pacto Verde Europeo. Y nos parece que en particular el sector agrícola colombiano está mucho más preparado que muchos otros sectores agrícolas en el mundo, ofreciendo más valor agregado para importaciones orgánicas al mercado europeo.

¿El tema arancelario impulsado por EE. UU. es una oportunidad para fortalecer el comercio entre Colombia y la Unión Europea?

Nosotros, en general, siempre hemos tenido una postura muy clara de que el comercio obviamente tiene que ser justo, tiene que ser sostenible, pero que tiene que ser lo más fluido posible. Y en esto nos parece que los aranceles no ayudan y que no forman parte de la dinámica comercial que queremos que queremos ver en el mundo.

Dicho esto, creo que obviamente entre socios que comparten esa visión de un comercio lo más fluido, lo más libre posible, pues tenemos obviamente que trabajar para evitar que cualquier tipo de choque al comercio internacional tenga un impacto excesivamente negativo sobre el crecimiento y sobre nuestro trabajo de integración.

Los valores que nos unen a Colombia y a América Latina y el Caribe hacen que nuestra relación está cogiendo fuerza a lo largo de los años.

¿Cómo ve el sector de energías renovables?

El tema de energía es uno de los de estrategia global, donde tenemos muchas ambiciones y proyectos que ya se están desarrollando entre Colombia y la Unión Europea.

Hay un trabajo impresionante que se ha hecho en Colombia para preparar la transición verde, la transición a energías limpias. Colombia ya tiene una matriz energética muy limpia en términos de producción de electricidad, pero, por ejemplo, en temas de transporte sostenible e inversiones para las necesidades adicionales se puede hacer mucho en energías no convencionales.

Un ejemplo es el de hidrógeno verde. Y no solamente hablamos de exportarlo a Europa, sino también de desarrollar el sector junto con las empresas y bancos europeos del hidrógeno aquí en Colombia y regionalmente.

Precisamente, el ministro de Energía de Colombia visitará Bruselas la otra semana…

La visita del ministro, Edwin Palma, contempla además de elementos bilaterales que son muy importantes, decenas de miles de millones de euros de posibles inversiones.

También tiene una dimensión regional, porque con la presidencia pro tempore de la Celac que tiene Colombia, brinda la posibilidad de impulsar con nosotros, con la Unión Europea, la transición energética a nivel continental.

El tema también de las interconexiones, que son fundamentales también para lograr la transición energética, también es importante, como la interconexión entre Colombia y Panamá, que se está adelantando en esos meses.

También hay elementos que se tienen que conversar para facilitar las inversiones, temas de marcos jurídicos y legales, temas de clima de inversión en general, pero precisamente creo que la visita del ministro es una muy buena oportunidad para conversar con las autoridades de la Unión Europea, pero también con las empresas europeas del potencial inmenso que tiene Colombia en materia de transición energética.

¿Tiene conocimiento de nuevas empresas que quieran llegar a Colombia?

Lo que sabemos es que en las conversaciones que se tienen en particular en temas de turismo, energías limpias y transporte sostenible.

Hay un interés de empresas de los países que tienen una larga tradición comercial y empresarial en este país, pero también de otros países de la Unión Europea que han mirado menos hacia América Latina y el Caribe en el pasado, pero que están mostrando mucho interés en el potencial del mercado.

Vemos esas inversiones no como operaciones digamos de corto plazo y de rentabilidad a corto plazo. Pero nos parece realmente que la manera de funcionar de las empresas europeas y lo que también Colombia espera de sus socios extranjeros es precisamente una mirada de largo plazo, un trabajo de inversión responsable.