Venezuela cerró con una inflación de 9.585,5% en 2019 frente a 130.060% de 2018, publicó el Banco Central, en medio del colapso económico del país.
Los datos son divulgados tras cuatro meses de silencio después de anunciar la inflación de septiembre del año pasado.
La restricción de la liquidez por parte del Banco Central también incidió en la menor velocidad de los precios.
Según los datos del Banco Central, el índice fue mayor en los renglones de servicios de vivienda, salud y transporte. En tanto, en alimentos hubo un alza de precios de 7.981,4%.
«Las cifras oficiales también revelan que, aún con la contracción del gasto del Gobierno y con las restricciones al crédito, la pérdida del bienestar del venezolano es dantesca: el precio de alimentos se multiplicó por 80 y los bienes del sector salud fueron 180 veces más caros», escribió en un tuit el economista Luis Bárcenas, de la firma Ecoanalítica.
En la medición, el Banco Central no incluyó los precios de vestido y calzado; equipamiento del hogar y educación.
Pese a la menor variación en el dato difundido por el emisor, el país sigue sumido en una voraz hiperinflación que redujo los ingresos de las familias, generando una crisis humanitaria y una migración de más de cuatro millones de venezolanos, según datos de la ONU.
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