El gobierno de Venezuela denunció que un destructor de la Marina de Estados Unidos interceptó, abordó y retuvo durante ocho horas un barco atunero de bandera venezolana en aguas de la Zona Económica Exclusiva del país, el pasado viernes.
En un comunicado dado a conocer por el canciller de ese país, Yván Gil, se calificó la acción como “ilegal y hostil”, y se enfatizó que la embarcación estaba tripulada por nueve pescadores “humildes” y no representaba ninguna amenaza.
Este hecho se habría dado en medio de la tensión creciente entre los dos países y se suma a hechos anteriores, pues la semana pasada, una operación militar estadounidense en el Caribe dejó 11 personas muertas y hundió una embarcación venezolana que, según la administración del presidente Donald Trump, transportaba drogas ilícitas.
Desde el gobierno de Estados Unidos se han entregado pocos detalles sobre ese ataque, pese a que miembros del Congreso de EE. UU. han exigido explicaciones formales.
Persiste tensión entre EE. UU y Venezuela
En su momento, el gobierno venezolano aseguró que ninguna de las víctimas pertenecía a la banda criminal Tren de Aragua, como había afirmado Washington.
Funcionarios estadounidenses no respondieron de inmediato a las consultas sobre el incidente más reciente, de acuerdo con información de Reuters.
Desde Venezuela se identificó al buque de guerra como el USS Jason Dunham (DDG-109), “equipado con misiles de crucero y tripulado por marines altamente entrenados”.
El gobierno venezolano exigió al país norteamericano que suspenda de inmediato este tipo de operaciones, al considerar que ponen “en riesgo la seguridad y la estabilidad del Caribe”.