La Zona Franca de Occidente (ZFO), ubicada en el municipio de Mosquera en Cundinamarca y calificada una de las zonas francas más estratégicas del país por su ubicación e infraestructura, reportó un primer semestre positivo a pesar del impacto del Covid-19 en el que registró un total de 43.063 operaciones, con un promedio de 6.200 por mes.
En diálogo con Valora Analitik, Rosa María Gamarra, gerente general de la ZFO, explicó que en la coyuntura del Covid-19 siguen apalancados con apoyo para proteger a las compañías allí instaladas, con la articulación, sensibilización y seguimiento constante a las medidas establecidas en los protocolos, lo que es muy valorado por ellas.
En cuanto a la operación, Gamarra indicó que hicieron un ejercicio de comparar el balance con el primer semestre del año pasado y se encontró que la operación fue superior, teniendo el 50% de esta centrada en las exportaciones a destinos como Estados Unidos, Canadá, España, Perú, Ecuador, Honduras y Guatemala, un 30% en negocios entre otras zonas francas en Colombia y un 20% en operaciones entre usuarios industriales de la ZFO.
“Ha sido mucho más beneficioso, la expectativa es positiva y es bastante ascendente en la operación”, explicó.
Para el cierre del 2020, el parque industrial espera tener un escenario que continúe con una tendencia positiva, derivada del anuncio del cierre de importantes usuarios del sector salud, y tecnología 4.0. Adicionalmente, esperan contar con tres empresas más quienes ocuparían cerca de 17.000 m2 nuevos.
“Con la estrategia comercial de mediano y largo plazo para generar más empleos, tenemos una expectativa en cinco años de capturar inversiones por US$15 millones para el crecimiento. Hoy tenemos la generación de 7.300 empleos directos e indirectos y la proyección es que en cinco años generemos 14.500 de la mano de toda la inversión”, explicó Gamarra.
En cuanto a otros temas de interés para el sector como la implementación de zonas francas para el e-commerce, la gerente de la ZFO dijo que “la propuesta es estupenda y va a transformar las zonas francas hacia esa tendencia clave para el comercio nacional como resultado del Covid-19. Este es un escenario propicio y más óptimo para las zonas francas de este tipo y que se integrará muy bien con la operación tradicional. Además, va de la mano de las reflexiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), bajo la cual es clave la recuperación de la economía bajo pilares fundamentales como la atracción de inversión para relocalizar industrias en países en desarrollo, la digitalización, la inclusión y la sostenibilidad”.
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