JO&JOE, la marca de alojamiento compartido que pertenece al portafolio de Accor, llega a Colombia buscando darle un giro a la industria de la hotelería en el país.
El nuevo proyecto se une a dos destinos JO&JOE ya abiertos en Francia, París y Hossegor, y con más proyectos emergentes programados en la capital francesa, Río de Janeiro, Budapest, Roma, Glasgow, Liverpool, Viena, Moscú y Londres.
“Estamos emocionados por traer el concepto JO&JOE a Medellín, un punto de acceso turístico en ascenso que se ha transformado por completo en los últimos años”, manifestó Francois Leclerc, vicepresidente de operaciones y marca de JO&JOE.
Leclerc agregó que “los alojamientos compartidos tienen el estilo de Open House que rompe los códigos tradicionales y crea un nuevo estándar para el segmento de estilo de vida. Este modelo híbrido está diseñado para atraer tanto a los viajeros como a los lugareños, quienes pueden reunirse para almorzar, tomar algo, divertirse y sentirse bienvenidos a pasar la noche”.
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La construcción de la nueva ubicación de JO&JOE en Medellín comenzó en agosto de 2020, con disponibilidad de 198 camas y siete pisos, y estará ubicado en la calle 10A de El Poblado en Medellín, un sector conocido como Nuevo Provenza. Se espera que el hotel esté terminado en 2022 con una inversión de aproximadamente $18.000 millones.
Tras la exitosa apertura de JO&JOE Medellín, la marca planea abrir más hoteles adicionales en Colombia, en lugares como Cali, Bogotá, Santa Marta, Palomino (entre Magdalena y La Guajira), Villa de Leyva (Boyacá) y San Andrés.
De acuerdo con la compañía, JO&JOE pretende ser un lugar animado e innovador, que fomente el intercambio cultural y la convivencia, con espacios comunes, tanto en el exterior como en el interior de sus edificios.
JO&JOE fue lanzado por Accor en 2017 en dos ubicaciones en Francia: París y Hossegor. El concepto nació de un estudio que buscaba entender por qué la hospitalidad tradicional no estaba teniendo éxito con la nueva generación de viajeros y qué estrategias tradicionales se podían modificar a las nuevas formas de consumo de los turistas más jóvenes.
